El rey concluye este martes por la tarde su primera ronda de consultas con los partidos políticos para proponer un candidato a la investidura. Por el momento, ni Alberto Núñez Feijóo ni Pedro Sánchez tienen apoyos suficientes para ser elegidos ni en primera ni en segunda vuelta. Una vez el monarca proponga al Congreso de los Diputados un candidato para la investidura, será la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, la que tenga en control del proceso con el horizonte de una posible repetición electoral en plenas fiestas navideñas.
Los resultados electorales del 23J parecen apuntar a que se repita un escenario como el de 2016. Se da la paradoja de que, en aquella ocasión, se cambió la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) para evitar que los nuevos comicios cayesen en Navidades, algo que ahora podría ocurrir.
La propuesta de reforma sólo afecta a aquellas elecciones que se convoquen en caso de repetición de comicios, como podría pasar en esta ocasión.
Entre los cambios introducidos por el PP de Mariano Rajoy en esta ley orgánica que contó con el respaldo de la mayoría absoluta destaca que se reduce de 54 a 47 días el periodo desde la convocatoria de las elecciones hasta la celebración de los comicios y que la campaña electoral pasa de quince a ocho días de duración.
Así, si Francina Armengol, presidenta del Congreso, quiere evitar que la repetición electoral caiga en plenas Navidades, solo tienes dos opciones: o acelera al máximo el proceso para que el calendario sitúe la fecha de la nueva convocatoria justo antes de las fiestas o retrasa hasta finales de septiembre la primera sesión de investidura para que los nuevos comicios se celebren a partir de la segunda semana de enero.
Es decir que la primera sesión de investidura tendría que celebrarse ya en la primera semana de septiembre, con la fecha tope del 8 de septiembre, o alargar todo el proceso para que comience a partir del 21 de septiembre. En ambos casos se evitaría tener que votar en las semanas de Navidad, Nochevieja y Reyes.