El PSOE pisa el acelerador para buscar apoyos para la investidura de Pedro Sánchez en lo que es un cambio claro de estrategia. En Ferraz han pasado de dejar que Alberto Núñez Feijóo "se cociera en su salsa" con una investidura fallida y congelar los contactos hasta septiembre a mandar a los ministros María Jesús Montero y Félix Bolaños a iniciar conversaciones "discretas" con los partidos que en la pasada legislatura sostuvieron al Gobierno de coalición.
En este giro estratégico Montero ha introducido un nuevo factor en la negociación con los partidos independentistas. La número dos del PSOE esgrime el "impulso" a la reforma del sistema de financiación autonómica que lleva una década sin tocarse y que después de cinco años al frente de Hacienda ahora señala como "urgente".
"La reforma del sistema de financiación autonómica es una urgencia que está en nuestro programa electoral para abordarlo en esta legislatura", reconocía Montero en una entrevista en TVE. Ferraz juega ahora esta carta para tratar de esquivar el pago de la factura del referéndum en Cataluña que reclaman ERC y Junts además de la amnistía que exige Carles Puigdemont.
Dentro de la oferta a los independentistas Montero se abre a incluir la condonación de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Esto es, perdonar una porción importante de los 70.000 millones de euros que la Generalitat adeuda al Estado desde 2008. "En la financiación autonómica no sólo se habla de los recursos, también se habla de la situación de endeudamiento de las comunidades autónomas y del esfuerzo fiscal", recordaba la dirigente socialista engordando el cebo para que piquen ERC y Junts.
Claro que de momento los independentistas no están por la labor de picar y no se mueven de sus posiciones de máximos. El presidente de la Generalitat de Catalunya ponía precio a su apoyo a Pedro Sánchez en el primer día de agosto. Referéndum "para resolver el conflicto" y una negociación bilateral de la financiación de Cataluña. Eso y "acabar con la represión" porque Pere Aragonés prefiere utilizar esta fórmula en vez de la "amnistía" que esgrime el prófugo Puigdemont.
"No iremos a defender una financiación de la mano de Ayuso y García-Page", advertía Aragonès en la última rueda de prensa del Consell de Govern antes de marcharse de vacaciones y marcando nítidamente el terreno de juego. No le parece suficiente la promesa de la ministra Montero de "impulsar" la reforma del sistema financiación autonómica. Esquerra quiere acabar con el déficit fiscal y de infraestructuras que según ellos está lastrando el crecimiento de Cataluña además de un modelo propio.
"Nuestra posición no va a ser pensar en un nuevo sistema global para todas las comunidades sino conseguir que los recursos que se generan en Cataluña sirvan para financiar los servicios públicos de Cataluña y se acabe con el déficit fiscal", Si hay esta voluntad ya encontraremos el camino", avisan.
En un juego a dos bandas, Pere Aragonés urge con una mano a Sánchez a que se "mueva rápido" si es que quiere revalidar la presidencia del Gobierno mientras con la otra anima a Junts a unir fuerzas para "aprovechar" la oportunidad que les brinda el resultado de las elecciones del 23J y tener una "mayor fuerza" a la hora de negociar.
La lista de reivindicaciones de los independentistas choca con un PSOE que se niega a "desbordar" el marco constitucional mientras el tiempo aprieta porque en tres semanas tiene que estar negociada la presidencia y la Mesa del Congreso.
En un escenario en el que los bloques de derecha e izquierda están empatados de momento a 171 votos, todas las formaciones políticas "aprovechan" la oportunidad de hacer valer su posición en una aritmética parlamentaria muy ajustada. Los últimos en apuntarse al carro los cuatro diputados de Compromís integrados en Sumar.
La formación valenciana también pone precio a su apoyo: condonar la deuda histórica de la Comunitat Valenciana de 40.000 millones y solucionar el problema de la infrafinanciación de la región. Si no arrancan a los negociadores del PSOE un compromiso firme en este sentido no votarán 'sí' a Sánchez, mientras reivindican su autonomía respecto a Yolanda Díaz y Sumar. "Estamos en un momento en que cada voto cuenta. Compromís-Sumar tiene cuatro diputados que pactamos una agenda electoral valenciana y el conjunto de Sumar se comprometió a apoyar estas reivindicaciones", advertía Àgueda Micó, secretaria general de Més Compromís.
"Si no hay un compromiso firme y si no vemos que realmente que ellos tienen voluntad de solucionar el problema la financiación de los valencianos no daremos apoyo a la investidura", presionan desde Compromís complicando la suma a Sánchez.
Los populares siguen haciendo la difícil digestión del resultado electoral. Si Pedro Sánchez afronta una negociación muy difícil y en una situación de gran debilidad con el bloque de investidura para que le vuelvan a hacer presidente del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo no consigue sumar apoyos más allá de Vox.
La semana pasada Feijóo daba por seguro el apoyo de UPN y casi hecho el de Coalición Canaria. Ahora en cambio los navarros amagan con abandonarle después de asumir que el líder del PP no será presidente. "No se puede estar engañando a la gente", atornilla el líder navarro Javier Esparza en lo que es un baño muy duro de realidad. Eso mientras Coalición Canaria se deja tentar por Sánchez a pesar de comparte Gobierno de Coalición en Canarias.
Pero eso no parece hacer mella en Génova aferrados a que el PP ha ganado las elecciones. "Hasta el rabo todo es toro", recuerda el número tres del PP, Elías Bendodo. "Pedro Sánchez hoy no tiene más apoyos que Feijóo para presentarse a la investidura. Feijóo tiene el derecho", aseguraba esta mañana en una entrevista en TVE.
De momento el Partido Popular va a hacer valer su fuerza territorial. La Xunta de Galicia ha mostrado ya su "preocupación" por una condonación "inequitativa" de la deuda a Cataluña y avisa que no tragará con una reforma del modelo de financiación que no cuente con todas las comunidades autónomas. El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, exige como Compromís una condonación de la deuda y que no se negocie en el "cuarto oscuro" con Cataluña.
Isabel Díaz Ayuso va más allá y ya enseña las garras."Compran el poder con el dinero de todos los españoles, en agravio comparativo con las Comunidades Autónomas que se esfuerzan por no endeudarse", advierte desde las redes sociales dando pistas de que los barones populares le van a hacer la legislatura muy cuesta arriba a Sánchez en caso de que consiga mantenerse en La Moncloa.