Yolanda Díaz es una política de patrimonio austero. Sobre el papel y frente al medio millón de euros en acciones, las propiedades o los abultados planes de pensiones privados que atesoran sus rivales en la carrera por la presidencia, la líder de Sumar mantiene que las propiedades, los ahorros y cualquier otro dinero a su nombre, no supera los 50.000 euros en total.
Los datos fueron publicados en 2021 por el Boletín Oficial del Estado, que reflejó la declaración de bienes que todos los altos cargos de la Administración General del Estado deben realizar cuando llegan al cargo o cuando su situación personal requiere de una actualización sustancial. Sin embargo, el patrimonio de la líder de Sumar no se ha modificado de esta manera desde entonces.
Según las cifras oficiales Yolanda Díaz, nacida en 1971 en el seno de una familia de marcada tradición política (su padre fue miembro del PCE y responsable de Comisiones Obreras en Galicia), mantuvo siempre un ojo puesto en el activismo y otro en su vida profesional, tras licenciarse como abogada y abrir su propio despacho laboralista. En 2005 fue candidata de Izquierda Unida a la Xunta de Galicia, donde rivalizaba ya con uno de sus principales contendientes en estas elecciones, el líder del PP Alberto Núñez Feijóo.
Díaz llegó al Congreso de los Diputados en 2016, ocupó la portavocía de la coalición formada por Izquierda Unida y Podemos, y en 2020 se integró como ministra de trabajo en el Gobierno conjunto que su formación entabló con el PSOE de Pedro Sánchez. Fue entonces cuando realizó la declaración de bienes en la que explicaba que tenía solo 7.340 euros en sus cuentas bancarias y que su patrimonio inmobiliario estaba tasado por debajo de los 40.000 euros. El mismo documento explica que Díaz no tiene planes de pensiones privados, ni acciones de ningún tipo a su nombre, ni ningún otro producto financiero fuera de los ya mencionados, además de unas deudas de 25.324 euros debidos a préstamos con entidades bancarias.
De hecho, la declaración de bienes de Díaz fue objeto de crítica también por algunos partidos de la oposición durante esta legislatura al no haber sido actualizada, cuando la entonces ministra de Trabajo pasó a ser nombrada vicepresidenta segunda tras la salida del Ejecutivo del líder de Podemos, Pablo Iglesias. Entonces, algunos partidos mantuvieron que Díaz debía presentar de nuevo su declaración actualizada al haber modificado las condiciones de sus cargos, pero finalmente la documentación no se presentó de nuevo. Según esos datos, Díaz no era solo la persona con menor patrimonio entre los principales candidatos a la presidencia en estas elecciones, si no que era el cargo con menos activos financieros a su nombre de todos los ministros del Gobierno, junto con su compañero de partido Alberto Garzón.