Pedro Sánchez, 23J. Ha escrito un nuevo capítulo de su particular 'Manual de Resistencia'. El candidato socialista ha dado la vuelta a las encuestas y aunque ha perdido las elecciones tanto en votos como en escaños, el resultado del PSOE ha sido mucho mejor que el que pronosticaban los sondeos y que el de 2019. Todo un balón de oxígeno para el líder socialista. Ha obtenido 122 escaños y más de siete millones setecientos mil votos, un 31,7%. Ha ganado dos diputados respecto a lo que consiguió hace cuatro años y casi cuatro puntos más en porcentaje de voto. Ha sido el mejor resultado de Sánchez como líder del PSOE en unas elecciones generales y ha afianzado su capacidad de resiliencia. Ha presumido de "más votos, más escaños y más porcentaje".
Una derrota con sabor a victoria que además fortalece a Sánchez en el partido y acalla las voces de crisis interna y sucesión en el liderazgo. La euforia se ha desatado en la sede socialista a la que fueron llegaron militantes desde primera hora de la noche. El discurso que improvisó Sánchez ante los suyos era el de un ganador. Ha dejado claro que han fracasado los que querían derogar el sanchismo y ha afirmado que va a por todas, a intentar gobernar de nuevo.
"Somos muchos más los que queremos que España siga avanzando a que siga el camino del retroceso marcado por el Partido Popular con Vox. Así que España, españoles, compañeros, somos más, muchos más los que queremos que España avance y así seguirá siendo", ha proclamado ante centenares de militantes y simpatizantes del partido. En ese mensaje ha estado acompañado por su mujer, Begoña Gómez; la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el secretario de Organización, Santos Cerdán y la presidenta del PSOE, Cristina Narbona.
El candidato del PSOE recordó que cuando adelantó las elecciones tras el batacazo del 28M, una de sus decisiones más arriesgadas, lo hizo para que los españoles decidiesen qué rumbo tomar, "o de avance o de retroceso". Un retroceso que es el que plantea, a su juicio, "el bloque involucionista del PP con Vox". Según Sánchez, "España ha sido bien clara" y el bloque de la derecha y ultraderecha que pretendía una derogación total de todos los avances y que planteaba "machismo, retroceso en derechos y libertades ha fracasado". "Ha salido derrotado", ha insistido.
El discurso ha sido recibido con euforia por la militancia que ha arropado a Sánchez con gritos de "¡No pasarán!". Desde hacía días la dirección de partido alimentaba el clima de remontada. La estrategia de campaña basada en alertar del retroceso que significan los pactos entre el PP y Vox como se ha visto en ayuntamientos y comunidades autónomas ha funcionado para movilizar a la izquierda, el gran objetivo que se marcaron tras la derrota de las municipales y autonómicas donde los socialistas perdieron gran parte de su poder territorial.
Cataluña ha sido la clave en el resultado final del PSOE. El PSC de Salvador Illa ha tenido un espectacular resultado con 19 escaños y más de 900.000 votos. La política del Gobierno de facilitar el diálogo en aras de la convivencia con decisiones tan complicadas como indultar a los presos independentistas o derogar el delito de sedición ha dado resultados, las fuerzas constitucionalistas suman más que las independentistas.
El PSOE ha sido la candidatura más votada en Cataluña, el País Vasco y Navarra. También ha resistido bien en Andalucía, en Madrid y la Comunidad Valenciana, las regiones que más diputados aportan al Congreso. La diferencia entre el PSOE y el PP en Cataluña (13 escaños) supera con creces los 10 que le saca el PP en esos tres territorios: 4 en Madrid, otros 4 en Andalucía y 2 en Valencia.
El bloqueo se instala en la política española. Ni el PP ni el PSOE tienen escaños suficientes para que Feijóo o Sánchez sean investidos como presidentes del Gobierno en el Congreso. El bloque de la izquierda (PSOE y Sumar) suma 153 diputados. Necesitaría otros 23 para llegar a la mayoría absoluta y sus aliados tradicionales (ERC, Bildu, PNV y BNG) suman solo 19. Sánchez dependería de Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, para seguir en La Moncloa ante la importante caída de ERC que ha perdido 6 escaños. El expresidente catalán ya dijo que no apoyaría ni a uno ni a otro.