Elecciones Generales 2023: El PP de Feijóo gana, pero la derecha no logra la mayoría y Sánchez podría gobernar

Pues sí, Pedro Sánchez volvió a confirmar que su Manual de Resistencia puede ser legendario. Feijóo acaba de probar en su carnes su capacidad de resurrección -qué bien la conoce el PSOE- y ahora puede temer esa obsesión de Sánchez para buscar alianzas debajo de las piedras. Ahora puede volver a hacerlo porque, como ha dejado claro, son más los que quieren un Gobierno progresista que al PP y Vox. "España, españolas y españoles, compañeras y compañeros, somos más, muchos más los que queremos que España avance y así seguirá siendo".

El futuro de España está en manos de Cataluña, puede que esté en manos del prófugo Puigdemont - sí así de irónico es este país siempre tan cainita-. Sánchez ha sido derrotado, pero no vencido, ni mucho menos y puede volver a ser presidente. Por eso Feijóo, ante su victoria más amarga, pedía que nada de bloqueos y respetar la lista más votada. No lo tiene fácil el gallego. Sánchez, si puede, presidirá.

Y sí, aunque parezca mentira, el PP ha ganado las elecciones generales, con el 99% del voto escrutado, al obtener 136 escaños, 47 más que los que logró en 2019, con el PSOE como segunda fuerza política y 122 escaños, dos más, si bien el resultado de los comicios complica mucho la posibilidad de una investidura exitosa. Y ello porque ninguno de los bloques de derecha e izquierda reúnen en principio representantes suficientes como para llegar a una mayoría absoluta en la primera vuelta de una investidura o simple en una segunda con más votos a favor que en contra. Así que unas nuevas elecciones no se pueden descartar, quién sabe si en plena Navidad, ya puestos.

Alberto Núñez Feijóo declaraba en el balcón de Génova que el PP ha vuelto a ganar las elecciones y que se sentía orgulloso, pero las caras eran de otra cosa. Un poema, vamos. Con esos gritos de 'Que te vote Txapote' y esos aplausos a Ayuso. "Gracias de corazón a todos", ha dicho en su victoria más amarga entre gritos de presidente. Feijóo ha dejado claro que va a intentar con toda humildad formar Gobierno como siempre ha ocurrido en España. Feijóo, que se teme lo peor, ha pedido que nadie bloquee al país y ha recordado que todos los que han ganado las elecciones se han convertido en presidentes. Hasta ahora, le ha faltado decir.

Era cierto, pero.... El PP ha ganado casi 3 millones de votos en estas elecciones generales respecto a los comicios de noviembre de 2019 y ha superado al PSOE por poco más de 311.000 votos. El resultado del 23J, escrutado el 99 % del censo, muestra que el PP ha obtenido 8 millones de votos frente a los 7,7 millones que ha registrado el PSOE, y mientras los populares han crecido en 12 puntos respecto a los comicios de 2019 y han alcanzado el 33 % de los votos totales, los socialistas han aumentado su porcentaje en 3,7 puntos hasta el 31,7 %.

Al PP y al PSOE les separa una diferencia de 311.259 votos que da paso nuevamente al bipartidismo, ya que la tercera fuerza política, Vox, y la cuarta, Sumar, han obtenido 3 millones y 2,9 millones de votos respectivamente. Vox ha bajado en algo más de 643.000 votos respecto a los registrados en 2019, mientras que con Sumar no se puede hacer la comparación ya que aparece como nueva fuerza política que integra a una decena de partidos de izquierda.

De lejos se sitúan ERC, JxCat, EH Bildu o PNV que han obtenido entre 460.000 votos los republicanos, 390.000 los independentistas de JxCat, 300.000 Bildu y 276.000 los nacionalistas vascos. En este sentido, ERC ha perdido casi dos puntos en el porcentaje de votos, y PNV y JxCAT casi medio punto. Muy al contrario EH Bildu ha ganado dos décimas frente a los votos que recibió en 2019.

Vox irrelevante

Vox se deja 19 escaños en estas elecciones y se queda con 33 diputados en el Congreso, y eso se reflejó en la cara de Abascal que anticipó un Gobierno de Sánchez con terroristas, separatistas y comunistas. Ha logrado lo que no quería a fuerza de apretar, ser irrelevante; mientras Sumar, la coalición de izquierdas encabezada por Yolanda Díaz, se sitúa como cuarta fuerza con 31 escaños, cuatro menos que los que obtuvo Unidas Podemos en los anteriores comicios. Su líder, casi ronca, celebraba que España iba a dormir más tranquila. No es una gran resultado, pero salva los muebles.

Entre las fuerzas independentistas, ERC sufre un duro revés, al caer de 13 a 7 representantes, Junts per Catalunya pierde uno y se queda con seis, y EH-Bildu supera por vez primera al PNV, con seis diputados frente a cinco de los jeltzales. Lo de Que Te vote Txapote no les ha afectado para nada y sí les han votado mucho a Bildu aunque en la sede del PP se gritara la consigna.

El BNG conserva su único escaño, Coalición Canaria logra uno y también UPN, de modo que el nuevo hemiciclo quedará conformado con once partidos diferentes.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, sabe de nuevo que los votos del PNV en el Congreso "parece que volverán a ser decisivos" y ha afirmado que los gestionará con responsabilidad y "conjugando el binomio de defensa de Euskadi, por un lado, y de consolidación y avance de los principios democráticos por otro". En estas elecciones generales, el PNV ha perdido uno de los seis escaños que tenía en el Congreso y ha sido desbancado como primera fuerza en Euskadi por el PSE-EE, que, al igual que EH Bildu, ha sumado un diputado más en el País Vasco, donde se ha producido un triple empate a cinco escaños entre estas tres fuerzas políticas. Malos resultados. En una comparecencia en la sede del PNV en Bilbao, Ortuzar ha hecho un balance "satisfactorio" de los resultados obtenidos por permitirles lograr el principal objetivo de "consolidar" el grupo parlamentario en Madrid al conseguir cinco diputados y ha afirmado que "Aitor Esteban volverá a ser la voz vasca en Madrid".

Más bipartidismo, el mismo bloqueo

El bipartidismo, encarnado en el PP y PSOE, ha ganado fuerza en las elecciones generales de este domingo y ha obtenido su mejor resultado en una década después de varios comicios en los que la irrupción de Podemos, Ciudadanos y Vox, lo había llevado a sus peores números desde el inicio de la democracia. Con un escrutinio cercano al 100 por 100, la suma del PP y del PSOE alcanzan los 258 escaños de un total de 350 diputados del Congreso, muy lejos no obstante de los 296 del año 2011 antes de la llegada de todas estas fuerzas. Sin embargo, el resultado de este 23J es 50 escaños superior a los 209 diputados que sumaban PSOE y PP tras las elecciones de noviembre de 2019, o los 189 de las de abril de ese mismo año, el peor dato de la serie histórica para las dos fuerzas hegemónicas.

En abril de 2019, el PSOE, ganador de los comicios, obtuvo 123 escaños en tanto que el PP se quedó con 66, apenas 9 más que Ciudadanos, con 57 parlamentarios. Unidas Podemos sacó 33 diputados y Vox 24. De esas fuerzas, Ciudadanos ha desaparecido del mapa electoral, lo que ha modificado radicalmente el escenario político y ha empujado ese reforzamiento del bipartidismo, junto a la fuerte caída de Vox, que se ha dejado 20 diputados en los últimos comicios.

Los cambios no se han producido solo en la derecha, sino también en la izquierda. El espacio político de Podemos, Unidas Podemos y ahora Sumar ha perdido más de la mitad de sus escaños desde 2016, momento en el que el partido, entonces liderado por Pablo Iglesias, llegó a obtener 71 escaños en el Congreso. Este reforzamiento del bipartidismo no se ha traducido en este 23J en una mejora de la gobernabilidad.

Con los actuales datos ni el bloque de la derecha, integrado por PP y Vox, ni el de la izquierda, con PSOE y Sumar y el resto de fuerzas que apoyaron en su día la investidura de Pedro Sánchez, alcanzan la mayoría absoluta, fijada en 176 diputados del Congreso. El país se encamina hacia el bloqueo o la repetición electoral con dos Españas más claras que nunca, salvo que Pedro Sánchez lo haga de nuevo y logre juntar votos y convenza de abstenerse a Puigdemont. Votos debajo de las piedras de nuevo. Feijóo, en su amarga victoria, ya se lo teme.