María Guardiola ya ha asumido oficialmente el cargo como presidenta de la Junta de Extremadura, tras jurar el cargo en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Escenario con empaque -que también eligió el popular José Antonio Monago- para un acto en el que a María Guardiola se la ha visto poco arropada por su partido, si lo comparamos con las presencias la toma de posesión de Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana.
Elías Bendodo, número 3 del partido, y Pedro Rollán, subsecretario de Política Territorial del PP la han arropado en un acto sin barones, a diferencia de lo que ha ocurrido en la Comunidad Valenciana donde han estado Ayuso y Azcón, en representación de Madrid y Aragón.
"Venimos de un tiempo de confrontación y extremismos", ha señalado Guardiola durante su discurso, en el que ha apelado al diálogo tras su bronca con su partido en el seno de su propio partido.
Antes que ella, ha hablado su antecesor, el socialista Guillermo Fernández Vara, que le ha dicho que siempre que lo necesite, puede llamarle para lo que sea.
Elías Bendodo, coordinador general del Partido Popular ha sido el encargado de aparecer junto a la extremeña, que incluirá en su Gobierno una consejería para Vox . José Antonio Monago, también miembro del equipo de Feijóo, estaba presente, claro que en su caso ha acudido como expresidente de la misma comunidad que ahora liderará Guardiola.
Nadie esperaba que acudiera Feijóo, atareado con la campaña para el 23 de julio. Pero claro, ese arrope se queda corto si lo comparamos con el que ha recibido Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana, que entre otros, ha tenido a Isabel Díaz Ayuso, una de las mujeres más poderosas del partido, que no ha necesitado a Vox pero tampoco le ha rechazado cuando ha tocado hacerlo.
No solo la presidenta madrileña ha estado junto a Mazón. Génova ha enviado a la Comunidad Valenciana a la número dos, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. Además, también ha asistido el candidato y más que probable futuro presidente de Aragón, Jorge Azcón.
En la Comunidad Valenciana, Ayuso lucía su mayoría absoluta; mientras que Azcón representaba a los que como Mazón y Guardiola incluyen consejeros de Vox en sus Ejecutivos. Por su parte, Gamarra escenificaba el visto bueno de Génova.
En el caso de Guardiola, la presencia de Bendodo es la que le da el aval de sus jefes, pero sigue siendo el número tres, por debajo de Gamarra.
Los desacuerdos de Guardiola con Génova han sido más o menos públicos desde el primer momento. La líder extremeña se negó en un primer momento a cerrar un acuerdo con Vox para formar un Gobierno, pese a que era la única opción de Ejecutivo con mayoría absoluta. Las elecciones las había ganado el socialista Guillermo Fernández Vara, pero sus escaños y los de Sumar no eran suficientes para gobernar.
Guardiola salió a explicar su negativa, argumentando que ella no iba a tener en su gobierno a personas que "pisotean" la bandera LGTBI+ o los derechos de las mujeres.
Desde Madrid, el equipo de Feijóo le pidió que aplacara la actitud y ella abrió una segunda negociación que parecía encaminada a retrasar el acuerdo todo lo posible, ya que había margen para cerrarlo después del 23 de julio.
Sin embargo, Fernández Vara dio un paso adelante y la forzó a mover ficha. Así lo hizo, y finalmente alcanzó un acuerdo que pasa por ceder a la formación de Abascal una Consejería.
Pero incluso tras el acuerdo, el PP de Extremadura y el equipo de Feijóo se siguieron contradiciendo. Mientras Borja Semper, portavoz de campaña de los populares, aseguraba que el acuerdo incluía expresamente el término "violencia machista", Guardiola aseguraba que no era así: "Hemos dejado fuera todo lo que nos separa", afirmaba la ya presidenta de Gobierno extremeño en los días previos a una toma de posesión en la que había pocas caras ilustres del PP.