El anuncio del adelanto de las elecciones generales al 23 de julio ha vuelto a poner en marcha toda la maquinaria electoral. Esta semana, los ayuntamientos de toda España han celebrado los sorteos para designar a los más de 540.000 miembros de las mesas electorales encargados de velar por el buen desarrollo de las votaciones. Los votantes están empezado a recibir las tarjetas censales, una comunicación que no influye en la posibilidad de librarse de ser elegido para estar en los colegios de votaciones el domingo 23 de julio.
Se trata de dos procesos paralelos que nada tienen que ver el uno con el otro. Los ayuntamientos disponen de un periodo de tres días para notificar a los elegidos para ser miembros de las mesas electorales esta condición. Los elegidos también disponen de un plazo para alegar ante las Juntas Electorales los motivos por los que no pueden asistir ese día.
La Junta Electoral Central ya ha fijado los criterios por los que un ciudadano elegido para formar parte de una mesa electoral puede ausentarse de esta responsabilidad, de hecho, para estas elecciones generales se han ampliado los motivos incluyendo entre ellos el haber comprado y pagado un viaje o unas vacaciones antes de finales de mayo cuya anulación suponga un perjuicio económico.
Paralelamente, la Oficina del Censo Electoral ha comenzado a enviar las tarjetas desde este en las que se indica a los votantes la mesa en la que les corresponde ejercer su derecho, el local y la dirección, información que recibirán los más de 37 millones de electores que residen en España.
Este envío postal solo es informativo y no supone que el destinatario del mismo se haya librado de ser miembro de una mesa electoral el 23 de julio por lo que tendrá que estar atento a su buzón por si el cartero no le ha encontrado en casa en dos ocasione y ha terminado dejándole una citación.