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Primero tocaba firmar el pacto que tras días de declaraciones contradictorias, mete a Vox en el Gobierno de la Junta de Extremadura. Después de pasar el trago de justificar el giro de 180 grados de la popular María Guardiola que primero dijo que "no podría gobernar con los que niegan la violencia machista", después les ofreció un acuerdo programático y les expresó su respeto, y ahora les cede la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural . Entremedias 10 días de pulso en el que finalmente ha vencido Vox.
Guardiola que ha confirmado que se someterá a la investidura en los próximos días con el apoyo de Vox, ahora dice que "es más lo que les une que lo que les separa" y que ambas partes han cedido para alcanzar una acuerdo de "consenso".
"Es un buen acuerdo, sensato y que no retrocede en derechos de los extremeños. A todos ellos me debo y por ellos voy a trabajar por la Extremadura que merecen", aseguraba la dirigente popular después de reconocer que han sido días "difíciles" y que el acuerdo llega tras un "profundo proceso de reflexión".
La dirigente popular admite que pone Extremadura por encima de sus principios que según ella "siguen siendo los mismos" intentando cabalgar así la contradicción.
"Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños. Es preferible que yo me frustre a que se frustren los extremeños", admitía. Guardiola asume que este giro de 180 grados puede suponer "decepción" para mucha gente pero ha defendido que lo prioritario es implementar un "Gobierno del cambio".
Después ha confesado que estos días están siendo "difíciles" y que había mucha gente que esperaba su "dimisión" pero asegura que eso hubiera sido "lo fácil para los que quieren que todo siga igual. "Para mí este paso es doloroso", declaraba en una rueda de prensa en la sede de la Asamblea regional.
"Asumo que hay mucha gente decepcionada pero me gustaría que se me juzgue como presidenta de Extremadura", proclamaba la dirigente popular.
A su lado el líder de Vox en Extremadura, Ángel Gordillo, que ha calificado el pacto de "histórico" y en el que se ha impuesto la "sensatez" por ambas partes. Ni rastro de su jefe, el vicepresidente de Vox, Jorge Buxadé, que esta vez no se ha plantado en Mérida. Sí lo hizo hace unos días, para según la versión del PP, dinamitar un acuerdo que ya estaba casi cerrado .
A pesar de que tanto ella como Génova aseguran que no se han hecho concesiones a Vox sobre violencia machista, la violencia contra las mujeres se ha dejado fuera del acuerdo programático que han firmado ambas formaciones. No hay ni una sola mención en las 60 medidas que contiene.
" La violencia machista como tal no aparece en el acuerdo. Lo único que aparece es el rechazo a cualquier discurso machista. Todo lo que nos separa se ha quedado fuera", ha dicho. Una afirmación que lleva lo contraria al portavoz de campaña del PP. Borja Sémper había asegurado a primera hora de la mañana que el acuerdo suscrito con Vox incluía este término “expresamente”.
Guardiola se ha tragado el sapo de Vox después de una semana de presiones . La formación de Abascal se sentará con ella en su Consejo de Gobierno con la cartera de "Gestión forestal y mundo rural", que entre otras cuestiones asumirá competencias en materia de caza, pesca, toros y política forestal. Vox también se queda con el senador por designación autonómica que le corresponde al PP de Extremadura.