Mª Luisa, de hija secreta de un banderillero célebre a heredera millonaria, gracias al ADN

Una coincidencia del 99,999% la convierte en su hija legal, algo que el padre reconocía en la intimidad pero no oficialmente
Tenían relación y sabía que era su hija desde los 18 años, pero no ha conseguido el reconocimiento oficial hasta los 70
Mª Luisa prefiere no decir el nombre su padre biológico, célebre en los ruedos en los años 50
MadridSe veían para tomar café, como muchos padres e hijos, pero legalmente no lo eran hasta ahora. El padre, un banderillero que brilló en los años 50 y 60, de familia taurina, considerado uno de los más célebres de su época y con un patrimonio que incluye una veintena de casas. Ella, Mª Luisa, la hija que nunca fue reconocida por él y que ha tenido que esperar a la muerte de su progenitor para ser su hija "en los papeles". Ese reconocimiento le va a permitir acceder a una herencia millonaria, en la que hasta ahora solo contaban los hijos legítimos.
El primer ADN del banderillero fue recogido por un detective. Así se abrió la causa, en la que un juez de Sevilla ordenó otra prueba poco antes de que él falleciera hace tres meses. Además, contó con una imagen en la que Mª Luisa posaba con su madre y con su padre biológico. El parecido ha tenido peso en la decisión del juez, pero la prueba de ADN con un 99,999% de coincidencia ha sido definitiva.
La sentencia, a la que ha tenido acceso NIUS, relata cómo el banderillero conoció a la madre de Mª Luisa, que también se llamaba así, a finales de 1948, porque era amigo y compañero de oficio de su hermano. Estaba enamorada de él, pero por "presiones familiares" se acabó casando con otro hombre. Sin embargo, su pasión por el primer amor no se apagó, y unos meses después de casarse mantuvo sus primeras relaciones sexuales con él.
De esas relaciones nació Mª Luisa, que hasta los 18 años no conoció a su padre. El abogado de Mª Luisa, Fernando Osuna, asegura que tenían relación, pero él se resistía a reconocerla como hija. Murió sin hacerlo, pero la sentencia sí lo hace, aunque Mª Luisa haya tenido que esperar hasta los 70 años para verlo en un documento oficial.
El abogado Fernando Osuna: del Cordobés o Julio Iglesias, al caso del banderillero
Fernando Osuna ha ganado esta semana su último caso de este tipo, uno más que se suma a otros mucho más conocidos, como el del Cordobés o el de Julio Iglesias.
Osuna atiende a NIUS por teléfono desde Sevilla y explica que la principal dificultad que encuentran muchos hijos ilegítimos para ser reconocidos es su capacidad económica: "Salvo alguna excepción son personas débiles de recursos", relata este especialista en derecho civil y militar que ha dirigido decenas de procedimientos de este tipo.
La clave es que muchos de ellos son fruto de relaciones entre famosos o poderosos y alguien que conocieron porque trabajaba a su servicio o a veces por azar, y que "se olvidan de ellas cuando se quedan embarazadas", o al menos así ocurrió durante muchos años.
A partir de la noticia del embarazado, ellos ya no querían saber más de la relación, y ellas afrontaban la maternidad en solitario, un destino que no habían elegido y que en ciertas épocas era muy duro, tanto a nivel económico como emocional. "Después de entusiasmarse con ellas, las tiraban como si fueran colillas", añade el letrado.
La importancia de un detective
Las circunstancias en las que nacen esos niños suelen pasar por dificultades económicas que les impiden acudir a una figura clave para la identificación: un detective.
Osuna asegura que con un detective es muy fácil, porque él se puede encargar de recoger una muestra de ADN con la que acudir al juez.
Y sí, a la pregunta de NIUS, responde Osuna que si el ADN se deja en un lugar público y sobre algo que no tenga valor, es totalmente legal recogerlo para un fin de este tipo.
"Ni siquiera vale una taza de café, porque sería un hurto", pero sí se puede recoger una muestra dejada en una servilleta de papel o en una lata de refresco.
Así ocurrió en los casos de Manuel Benítez el Cordobés y de Julio Iglesias. El primero dejó su ADN en una servilleta de papel y el segundo en una lata de Coca Cola. En el caso del Cordobés, el juez también tuvo en cuenta el extraordinario parecido entre ambos y así lo dejó por escrito en la sentencia.
Otras pruebas clave
Los tribunales no admiten todas las causas, pero hay distintas pruebas que pueden ser definitivas, al menos para dar los primeros pasos judiciales. Osuna ha presentado ante los tribunales, mensajes de Whatsapp entre los progenitores o el padre y su descendiente en los que había un reconocimiento que finalmente ha servido en el juicio.
En otras ocasiones ha presentado cartas manuscritas, y en otras, fotografías que demostraban la relación entre el padre y la madre biológicos o entre el padre y su hijo o hija.
En el caso de Mª Luisa, una foto de los tres juntos ha sido un apoyo para un procedimiento en el que el ADN ha despejado cualquier duda que pudiera quedar.
Ahora, los hijos del matrimonio del banderillero tendrán que compartir su cuantiosa herencia con Mª Luisa, que a los 70 años, por fin puede decir el nombre y apellidos de su padre biológico, aunque prefiere no hacerlo.
