Alberto Núñez Feijóo defendía hasta ayer que el Partido Popular se resistiría hasta el final a firmar pactos de Gobierno con Vox en las comunidades autónomas y trataría de dormir las negociaciones hasta después de las elecciones del 23 de julio para no interferir en su camino a La Moncloa. Hasta ayer cuando el popular Carlos Mazón y la formación de Santiago Abascal alcanzaron un acuerdo a la velocidad del rayo y en apenas tres horas.

Feijóo ha justificado ese cambio de estrategia para evitar la posibilidad de repetir elecciones y dar estabilidad a los gobiernos autonómicos presentándolo casi como un mal menor. Cuando su partido no consiga mayorías absolutas la consigna será "hacer acuerdos con quien garantice una estabilidad". Esa será la regla general.

"Mazón ha ganado las elecciones, va a ser el presidente de la Generalitat y le corresponde establecer las condiciones para darle estabilidad a la Comunidad Valenciana. De otra forma la única posibilidad sería convocar elecciones dado que el PSOE no ha querido apoyar a Mazón que ha ganado limpiamente las elecciones", señalaba en una entrevista en Es Radio. Feijóo trata de culpar a los socialistas de los pactos con Vox descargando sobre ellos la responsabilidad por no permitir que gobierne la lista más votada.

A partir de ahí el líder popular ha insistido en el mismo mantra de siempre. Esto es: conseguir una mayoría suficiente el 23J que le evite el trago de meter a Santiago Abascal en La Moncloa. "Mi objetivo es conseguir una mayoría suficiente para gobernar. Mi objetivo no es pactar con Vox", insistía en un intento de volver al plan inicial trazado para esta campaña electoral y que ha desbaratado el pacto exprés en Valencia.

Sin embargo no ha querido decir ni palabra de si gobernará con Vox si los números finalmente no le dan para hacerlo en solitario como indican todas las encuestas electorales publicadas hasta ahora. El pacto de Valencia deja abierta esa posibilidad pero el gallego prefiere enrocarse amparado por sus 4 mayorías absolutas en Galicia, además de las conseguidas en el último año en Madrid y Andalucía.

En este sentido el gallego ha evitado mostrar su satisfacción por ese acuerdo con la extrema derecha. El primero bajo su presidencia en el PP. Y eso que ayer Mazón reveló que su jefe le había llamado para felicitarle por el acuerdo alcanzado en Valencia y la prontitud en resolverlo. Sin embargo hoy se ha abstenido intencionadamente de sacar pecho por lo ocurrido en Valencia.

En Génova saben perfectamente que el PSOE y Pedro Sánchez van a ir a saco con las alianzas de PP y Vox para movilizar a su electorado, así que Feijóo ha vuelto a sacar el comodín de Bildu para intentar zafarse de los ataques de los socialistas. "Que nos diga el PSOE con quién debemos pactar cuando ha pactado con el populismo más radical de izquierdas de Europa que es Podemos, que está gobernando con independentistas en Cataluña, y que tienen el apoyo de Bildu. El PSOE no tiene ninguna legitimidad para dar lecciones sobre pactos", defendía.

Los populares tratarán de pasar la página del acuerdo con Vox en Valencia todo lo rápido que puedan. Cuentan con la baza de hacer público el nombre del número dos por Madrid junto con las listas al completo entre hoy y mañana para intentar sepultar la polémica.

El presidente del PP ha revelado que va a contar con uno de sus hombres de máxima confianza. El economista y expresidente de RENFE, Pablo Vázquez, estará en puestos de salida. También incluirá a personas “que han trabajado en el ámbito del Gobierno de Ayuso” aunque no ha querido revelar ningún nombre.

Sí ha descartado la presencia del que hasta hace unos días era uno de los escuderos más fieles de la presidenta madrileña y consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty que abandona la política para marcharse a la empresa privada.

El gallego de momento sigue sin desvelar el nombre de su vicepresidente económico si es que las urnas le son favorables. Ha dejado caer que ya está decidido pero que no anunciará su nombre hasta más adelante. "La persona que va a estar al frente de Economía es una persona muy sólida. Incuestionable desde el punto de vista técnico e internacional", señalaba sin dar más pistas que esas.