Un laboratorio forense portátil trabaja en Cuelgamuros para exhumar los restos de las víctimas de la dictadura franquista
Un laboratorio forense portátil se instala en la basílica de Cuelgamuros para exhumar e identificar a las personas allí enterradas
Los expertos empiezan a trabajar por la capilla del Santo Sepulcro, donde hay más gente enterrada desde el Franquismo
Ley de Memoria Democrática: ¿qué es y qué objetivos persigue?
128 familias llevaban años esperando y hoy es el día. Hoy comienzan las labores de exhumación e identificación de los restos de las personas enterradas en Cuelgamuros. Dentro de la basílica ya hay instalado un laboratorio forense portátil donde va a trabajar un equipo multidisciplinar.
Con el laboratorio instalado allí mismo, se espera que los trabajos se agilicen mucho.
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Un equipo de 15 expertos trabajan en Cuelgamuros
En los trabajos de exhumación e identificación participa un equipo multidisciplinar de 15 personas entre los que hay arqueólogos, forenses, odontólogos, genetistas y policía científica.
Se va a empezar a trabajar por la capilla del Santo Sepulcro, donde hay más gente enterrada, 78 personas. Se irá uno por uno. Se tratarán de cotejar los restos con el ADN que ya aportaron los familiares hace semana.
La mayoría son personas del bando republicano que fueron enterrados allí en la dictadura franquista.
En aplicación de la Ley de Memoria Democrática
El Gobierno da cumplimiento así a la Ley de Memoria Democrática. El pasado 13 de marzo, el Tribunal Supremo dio luz verde a las exhumaciones de los restos de las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura franquista enterradas en el antiguo Valle de los Caídos al rechazar el recurso presentado por la Fundación Francisco Franco, último escollo que frenaba las extracciones de los cadáveres.
Ya el pasado 24 de abril los restos mortales de José Antonio Primo de Rivera salieron del Valle de los Caídos, donde permanecían desde el año 1959, rumbo al cementerio de San Isidro.
Asimismo, los restos del general golpista Gonzalo Queipo de Llano y del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina fueron exhumados del templo de la Hermandad de la Macarena de Sevilla el 3 de noviembre de 2022, merced al requerimiento que le había formulado el Gobierno central por la reforma de la Ley estatal de Memoria Democrática.