El bloque de Gobierno encara el 23J inmerso en disputas internas indisimuladas, que han estallado al abordar el diabólico juego intereses de las listas electorales.
Frente a la ola de optimismo que impulsa a PP y Vox, una izquierda resquebrajada y con sus liderazgos cuestionados tiene seis semanas para recomponerse. La reedición de un pacto de Gobierno como el actual se antoja improbable.
Contra el vaticinio de los sondeos y los resultados del 28M, Pedro Sánchez todavía cree que "la victoria es posible". "Para que el progreso se imponga sobre el retroceso la primera condición es que el PSOE salga unido, valiente y potente", decía Sánchez ante un Comité Federal tensionado por la intervención de Ferraz en listas electorales propuestas por algunas federaciones.
Los abanderados de ese malestar socialista, Javier Lambán y Emiliano García Paje, daban plantón a Sánchez en en un cónclave que ratificaba las listas bendecidas por Sánchez.
Los socialistas críticos con Sánchez cada vez se esconden menos. Horas antes del Comité, Page ironizaba sobre el "error" del secretario general al intentar imponer a Milagros Tolón como número uno por Toledo, en lugar del elegido por la federación castellanomanchega, Sergio Gutiérrez. "Estos últimos días hemos vivido sinsabores que eran posiblemente evitables", lamentaba Gutiérrez.
El líder del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, que sí asistía al Comité, se mostraba "indignado, defraudado" y "enormemente decepcionado" por el cambio en las listas del PSOE para el 23J en su federación.
Ante las críticas expresadas públicamente, Sánchez ha pedido discreción. "Las cosas se hablan aquí", ha dicho.
A la izquierda del PSOE, Sumar, - "el pacto por la esperanza" en palabras de Yolanda Díaz-, nace bajo el signo de la fractura. Podemos, embarcado a última hora y de mala gana, no augura una travesía apacible para la 'izquierda amable'.
La exclusión de líderes de Podemos en las listas de la coalición que engloba a 20 formaciones ha envenenado la gestación del proyecto desde sus inicios y ha reventado a medida que se acercaba la hora de registrar la coalición y confeccionar candidaturas.
Hasta el 19 de junio, plazo máximo para presentar las listas electorales, Ione Belarra no cejará en su empeño de que Yolanda Díaz levante el veto a Irene Montero, un "error", según la coordinadora de Podemos. En las listas tampoco se ha abierto hueco para Pablo Echenique.
"Quedan nueve días para rectificar, esperamos que ojalá lo consideren", señalaba la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, para quien el veto a Montero "manda un mensaje muy peligroso a la sociedad".
Para Pablo Iglesias la exclusión de Montero compromete "los propios objetivos políticos" de Díaz, al excluir a "una figura crucial de la izquierda y del feminismo".
Si PSOE y Podemos afrontan magullados la cita electoral, EH Bildu exhibe músculo tras alcanzar un techo de 366.000 votos el 28M y aumentar su poder municipal en el País Vasco y Navarra con 1.399 concejalías. Con esos datos va a vender caro su apoyo.
La coalición abertzale formará con ERC una candidatura conjunta en las listas del Senado bajo la inequívoca denominación de 'Izquierdas por la Independencia'.
Bildu ya ha advertido a Sánchez que "sin el concurso de las izquierdas independentistas vasca y catalana no hay gobierno de progreso posible en el Estado", y se ha presentado además como "la única garantía para hacer frente a la agenda reaccionaria de las extremas derechas españolas".
Los 18 escaños (13 de ERC y 5 de HB Bildu) fueron determinantes en la investidura de Sánchez, tras las elecciones generales de 2019. "El 28 de mayo iniciamos un nuevo ciclo político convirtiéndonos en la primera fuerza política de Hego Euskal Herria. El 23 de julio jugaremos la segunda vuelta de ese partido".