El PP insiste en gobernar sin Vox mientras crece la presión en Extremadura y Aragón

  • Sémper desliza que Vox es un partido "ultra": "Entre Feijóo y Sánchez el único que no quiere pactar con ningún ultra es Alberto Núñez Feijóo"

  • Abascal rebaja el tono pero urge a Feijóo a negociar los gobiernos autonómicos antes de las generales

  • Vara mete un acelerón a la investidura en Extremadura para obligar al PP a "asumir" que tendrá que pactar con Vox mientras en Aragón el popular Azcón reclama una abstención a los de Abascal

Las negociaciones para cerrar los gobiernos de los ayuntamientos y de las comunidades autónomas se han solapado con la campaña electoral de las elecciones generales y eso está provocando un efecto 'sándwich' en el Partido Popular. Presionados a izquierda y derecha para que decidan de una vez si pactarán con Vox los gobiernos de Extremadura, Aragón o Valencia donde necesitan el apoyo expreso de los de Abascal además de en una docena de capitales de provincia, los populares insisten en gobiernos en solitario sin la muleta tóxica de la extrema derecha.

"Nuestro compromiso es claro. Vamos a intentar hasta el final formar gobiernos sólo conformados por el PP", se desgañita una y otra vez Borja Sémper recién confirmado portavoz de campaña de las generales después de haber desempañado ese misma papel en las autonómicas y municipales.

Los populares intentan deshacerse de la pesada mochila de plantarse el 23J con Vox como socio en los gobiernos autonómicos mediante dos vías. La primera es retrasar las negociaciones hasta después de las generales. Si el plan A fallara los candidatos populares estarían dispuestos a presentarse a investiduras fallidas. Una patada hacia delante hasta conseguir cruzar con éxito el Rubicón de La Moncloa.

Entre Feijóo y Pedro Sánchez el único que no quiere pactar con ningún ultra de ningún tipo, color y condición es Alberto Núñez Feijóo (Borja Sémper)

Eso mientras en Génova se afanan en poner toda la distancia posible con la formación de Abascal después de que el presidente Pedro Sánchez les haya intentado colgar el sambenito de "derecha extrema" equiparándolos con Vox. El empeño de visibilizar el abismo que les separa llega a tal punto que ayer Borja Sémper llegaba a deslizar la idea de que Vox es un partido "ultra" con el que Feijóo está empeñado en no pactar frente a un Sánchez que sí lo hace con los "ultras" de Bildu y Esquerra.

"Entre Feijóo y Pedro Sánchez el único que no quiere pactar con ningún ultra de ningún tipo, color y condición es Alberto Núñez Feijóo. Sánchez es capaz de pactar con ultras. ¿O es que Bildu y ERC no lo son?", proclamaba el portavoz de campaña desde Génova mientras Santiago Abascal desde su cuartel general en la calle Bambú de Madrid volvía a urgir a Feijóo a que inicie ya las negociaciones con ellos.

Abascal rebaja el tono pero insiste en cerrar los pactos autonómicos antes del 23J

Incansables, Vox sigue llamando insistentemente a la puerta de Génova ajeno a 'la cobra' de los populares. Ayer su líder Santiago Abascal decidía dar él la rueda de prensa de los lunes para elevar la presión sobre Alberto Núñez Feijóo para cerrar unos pactos autonómicos que ni siquiera se han empezado a negociar entre ambas formaciones.

Eso sí, Abascal ha rebajado el tono unos cuantos decibelios escarmentado de las malas experiencias en Andalucía y Madrid. Allí se pusieron farrucos exigiendo de salida vicepresidencias y consejerías y las urnas les condenaron a la irrelevancia frente a las mayorías absolutas de Juanma Moreno, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida.

"Seguiremos esperando con paciencia para construir la alternativa con la mano tendida. Es verdad que tenemos paciencia y vamos a ser respetuosos pero los españoles tienen urgencias", decía ayer midiendo cada una de sus palabras y huyendo de su vehemencia habitual y de las líneas roja que no benefician en este caso a su formación. Eso no significa que se haya apartado un milímetro del objetivo de gobernar en coalición con el PP en al menos Extremadura, Valencia y Aragón.

En este sentido Santiago Abascal lanzaba sendos mensajes a los candidatos populares María Guardiola y Jorge Azcón. A la extremeña la instaba a que anuncie públicamente que está dispuesta a pactar con Vox aunque ella sigue negándose a hacerlo. Al aragonés le inquiría a revelar si tiene más alternativa que Vox para ponerse al frente del Gobierno de Aragón después de que este le haya pedido expresamente la abstención para facilitar un Gobierno "de moderación" .

"¿Tiene alguna mayoría alternativa para poder gobernar en solitario? Esa es la pregunta", subrayaba Abascal haciéndose eco de los intentos de Azcón por explorar otras alternativas con Aragón Existe y otros formaciones regionalistas. Al menos de momento los candidatos del PP y Vox en Aragón, Extremadura y Valencia no se han reunido, no han hablado y ni siquiera hay establecido un calendario más allá de la obligada ronda de contactos con todos lo partidos -empezando por el PSOE- y en la que no se quiere dar un trato preferente a la extrema derecha.

El PSOE presiona al PP por la izquierda

El PP no sólo sufre la presión por su flanco derecho. Los socialistas también mueven ficha para intentar arrinconar a los populares en la esquina derecha del tablero político y conseguir la ansiada foto de un pacto PP-Vox que le haría buena parte de la campaña a Pedro Sánchez.

En Aragón Jorge Azcón iniciaba ayer consultas con las distintas formaciones políticas con el plantón incluido del todavía presidente Javier Lambán. "La posición de Lambán está marcada porque se han convocado elecciones generales. A Lambán le interesa más el PSOE y esas elecciones que la normalidad política en Aragón. No es un uso democrático normal", le reprochaba instándole a acometer de "manera inmediata" el traspaso de poderes.

En Extremadura Guillermo Fernández Vara aceleraba los plazos para constituir la Asamblea regional la semana que viene. A partir de ahí el estatuto de autonomía establece un plazo máximo de quince días para la investidura del futuro presidente de la Junta de Extremadura. Esto es, a las puertas de comenzar la campaña electoral. Además instaba a la candidata popular a que "aterrice" y asuma que si quiere gobernar no le queda otra que apoyarse en Vox si quiere gobernar.

La constitución de las Asambleas regionales

Por mucho que el PP intente dilatar las negociaciones con Vox para formar gobiernos antes del 23 de julio ante los populares tendrán que enfrentarse a dos momentos clave. El primero será el 17 de junio cuando se constituyan los ocho mil ayuntamientos en España y donde al PP no le quedará más remedio que armar algún tipo de acuerdo con los de Abascal para hacerse con la vara de mando en municipios clave como Toledo, Guadalajara, Burgos, Valladolid o Alcalá de Henares.

El segundo pasa por la constitución de los distintos parlamentos autonómicos. Entonces no les quedará más remedio que entenderse para decidir figuras clave como la de los presidentes de las asambleas regionales donde el PP está en minoría. De no mediar acuerdo las presidencias podrían caer en manos del PSOE. Eso dará pistas de si ya se han entablado negociaciones en firme con Vox.