El Partido Popular sigue empeñado en no meter a Vox en sus futuros gobiernos autonómicos a pesar de que necesitan que voten sí a sus candidatos en Extremadura, Valencia y Aragón y que al menos se abstengan en Baleares y Murcia. La consigna es dejar dormir los pactos con la formación de Santiago Abascal hasta que pasen las elecciones generales del 23 de julio mientras les presionan para que permitan gobiernos en solitario sin ellos dentro.
Una idea que no ha sentado nada bien en el cuartel general de Vox en la calle Bambú. Alberto Núñez Feijóo desde el programa de AR de Mediaset desafiaba a Abascal para que "no interrumpa el cambio que ha salido de las urnas". La respuesta del líder de extrema derecha es que no piensa tolerar ni "chantajes" ni "presiones" del PP mientras dejaba claro que con ellos esa estrategia no les va a funcionar.
"Vienen días y semanas de presiones , manipulación y trampas. No aprenden que con VOX no funciona. Nosotros, como siempre. Mano tendida para construir alternativas, sin aceptar ni proponer chantajes. Y mano firme para representar a nuestros electores", proclamaba desde sus redes sociales.
Eso mientras sus número dos y tres dentro del partido le dejaban meridianamente claro que si el PP quiere gobernar tendrá que sentarse a negociar con ellos. Es eso o que gobierne el PSOE retaba el portavoz Iván Espinosa de los Monteros elevando el órdago.
"Cuanto antes nos sentemos a negociar mejor. Y si no, que siga gobernando la izquierda que es lo que parece que quieren algunos", respondía desde el pasillo del Congreso de los Diputados.
El vicepresidente de Vox , Jorge Buxadé, insistía a continuación que el único modelo que se plantean es el de gobiernos en coalición como el de Castilla y León y sembrar de 'Gallardos' al menos las comunidades de Valencia, Extremadura y Aragón.
"Queremos estar en los Gobiernos. Es el PP quien tiene que responder a nuestra mano tendida", atornillaba el número dos de Vox.
En en Extremadura y en la Comunitat Valenciana donde los de Abascal tienen una mayor posición de fuerza para intentar forzar su entrada en esos gobiernos. En el caso de Extremadura la candidata del PP, María Guardiola, empató en escaños con el PSOE pero Guillermo Fernández Vara ganó en número de votos. El apoyo activo de Vox por tanto es fundamental.