Las próximas elecciones generales, adelantadas al 23 de julio por el Gobierno, serán las primeras que se celebrarán en España en plenas vacaciones de verano: nunca ha habido comicios al Congreso y al Senado ni en julio ni en agosto. Pero Pedro Sánchez tiene sus motivos para hacerlo, es una apuesta arriesgada pero astuta. Una fecha que podría afectar a muchos españoles que, en pleno periodo vacacional pueden ser llamados a formar parte de una mesa electoral. Muchas personas se preguntan si un viaje programado y reservado con anterioridad exime de formar parte de una mesa electoral.
Las excusas para librarse de este deber son pocas y deben justificarse apropiadamente. Formar parte de la mesa electoral es obligatorio por ley, y puede estar castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o una multa de veinticuatro meses.
Sí se han convocado en varias ocasiones en el mes de junio e incluso ha habido elecciones generales un 20 de diciembre, en 2015. Mariano Rajoy aspiraba a revalidar su mandato y tuvo que repetir seis meses después los comicios ante la imposibilidad de forjar un acuerdo de gobierno.
Los votantes de Galicia y del País Vasco sí han acudido a los colegios electorales en julio.
Superado el confinamiento por la pandemia de coronavirus, pero aún con mascarillas obligatorias, el 12 de julio de 2020 gallegos y vascos fueron llamados a las urnas. Volvieron a elegir como presidentes a Alberto Núñez Feijóo e Íñigo Urkullo, respectivamente.