El PP ha ganado las elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana y además podrá volver a gobernar la Generalitat después de ocho años, ya que sus 40 escaños más los 13 que ha conseguido Vox alcanzan la mayoría absoluta en las Cortes regionales. Por otra parte, Andalucía, un bastión tradicionalmente socialista, también ha caído en manos del PP en los comicios municipales.
El presidente del PPCV, Carlos Mazón, ha duplicado escaños en su primera vez como candidato a la Presidencia de la Generalitat y ha logrado 40 escaños (21 más que hace cuatro años), con lo que pasa a ser el principal grupo y se convierte en el virtual mandatario autonómico.
Mazón necesitará para ello el respaldo de Vox, que ha subido de 10 a 13 escaños, mientras que desaparece del Parlamento regional Ciudadanos, que tenía 18 escaños, con lo que la derecha pasa a estar formada por dos grupos que suman 53 diputados, tres más que la mayoría absoluta.
Por lo que respecta a las fuerzas del Botánic, que gobernaban la Generalitat desde que en 2015 desalojaran al PP del Palau, los socialistas de Ximo Puig logran 32 escaños (5 más), Compromís con Joan Baldoví obtiene 14 (tres menos) y Unides Podem queda fuera, con lo que suman 46 diputados, cuatro por debajo de la mayoría absoluta.
De esta forma, Ximo Puig pierde la presidencia de la Generalitat que ha dirigido ocho años, y tanto los socialistas como Compromís pasan a ser la oposición.
Carlos Mazón ha prometido que en los próximos días se dirigirá al resto de partidos para lograr "dar a la Comunidad Valenciana el Ejecutivo que se merece: un Gobierno estable y, sobre todo, un gobierno para todas y todos sin excepción". "Nos hayan votado o no", ha recalcado.
"A partir de mañana se abre otro momento en el que el Partido Popular va a estar a la altura todos los ciudadanos de la Comunidad Valenciana", ha manifestado en un discurso sin preguntas en la sede del PPCV.
Por otra parte, los candidatos de Vox a la Presidencia de la Generalitat, Carlos Flores, y a la Alcaldía de Valencia, Juan Manuel Badenas, han "tendido la mano" al PP para abrir "una nueva fase en la historia" de la Comunidad Valenciana y de la capital del Turia, pero han advertido de que la formación "no está dispuesta a hacer regalos ni a aceptar chantajes".
Ximo Puig, tras su derrota, ha apelado a construir una "alternativa" desde la oposición para construir un nuevo Gobierno progresista "más pronto que tarde" en la región.