La Fiscalía ha dicho que no hay caso. Que los terroristas de las listas de Bildu tienen derecho a ser candidatos en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo pero eso no arredra al Partido Popular que no se sale del guion trazado en el cuartel general de Génova. Están convencidos de haber encontrado un filón electoral que moviliza a su favor al votante del PSOE disgustado con los pactos con la formación abertzale y amarrar a su papeleta a los indecisos. Hasta el último día de campaña sus dirigentes, sus candidatos, y hasta el último de sus concejales en cada uno de los mítines seguirán emplazando al presidente Pedro Sánchez a romper con Bildu antes del 28M.
Lo hacía la número dos del PP, Cuca Gamarra, en la sesión de control al Gobierno de ayer en el Congreso mientras acusaba a Sánchez de "blanquear" al partido de Arnaldo Otegi. Uno a uno todos los diputados populares se las apañaban para incluir la palabra 'Bildu' en sus preguntas a los distintos ministros de Sánchez. Daba igual que se preguntara por los últimos datos económicos a la vicepresidenta Nadia Calviño o sobre los índices de criminalidad al ministro Fernando Grande-Marlaska para acorralar al Ejecutivo. No se han quedado ahí.
Simultáneamente Feijóo ordenaba a su grupo parlamentario presentar una iniciativa en el Congreso que obligue al presidente Sánchez a retratarse en una votación parlamentaria sobre sus pactos con Bildu. La propuesta registrada ayer por los populares insta al presidente Pedro Sánchez y al PSOE a no pactar nunca con Bildu mientras lleve terroristas en sus listas o en su estructura orgánica. Un condicionante que de facto cortocircuita cualquier alianza con EH Bildu pasada, presente o futura porque su jefe de filas Arnaldo Otegi está condenando por terrorismo.
Un cordón sanitario a Bildu una vez que Génova ha asumido que no se les puede ilegalizar y que en cualquier caso no se podrá votar en estos diez días que restan de campaña. Aun así a los populares les permite instalar el debate exactamente donde quieren. En subrayar la necesidad aritmética que tiene Sánchez de contar con los votos de los cinco diputados abertzales para sacar adelante su agenda legislativa. "Bildu nunca estuvo en el radar de los pactos. Lo que ha cambiado es que este PSOE sí pacta con Bildu", insisten fuentes del más alto nivel del PP justificando su estrategia.
Ayer mismo el presidente del Gobierno reclamaba su apoyo para el nuevo paquete de medidas sociales que quiere aprobar en junio justo después de exigirles un mensaje "rotundo" de perdón a las víctimas por sus listas tóxicas con terroristas.
Una vez que en sede parlamentaria Pedro Sánchez ha recriminado a la cara a Bildu unas listas "que pueden ser legales pero no decentes" empleando la misma fórmula que utilizó en la Casa Blanca cuando se refirió por vez primera a este asunto, el PSOE se afana en archivar a toda velocidad una polémica radioactiva para sus barones autonómicos y volver al 'plan A'. Al carril de los logros sociales y los buenos datos económicos y a ello se han puesto.
En los mítines de ayer el presidente Sánchez presumía de "día histórico" por haber logrado aprobar este miércoles definitivamente la ley de vivienda en plena campaña electoral. "Con eso se justificaría toda una legislatura. En esa ley se condensa todo lo que representa el PSOE", clamaba ante los suyos en Palma de Mallorca.
En Moncloa están convencidos de que al Partido Popular se le va a volver en contra su estrategia de intentar acorralarles con Bildu y ETA. Consideran que a pesar de los esfuerzos de Núñez Feijóo el tema "no tiene más recorrido" y sólo consigue "alimentar" a Vox pero no impulsa a los populares. "Nosotros vamos a seguir poniendo al PP frente al espejo de las verdades sobre su relación con el terrorismo y el fin de ETA, de como ha instrumentalizado el terror", advierten esas mismas fuentes. Ayer Sánchez recordó a los populares que bajo el Gobierno de Mariano Rajoy Bildu llevaba terroristas en sus listas. Esa es la senda que se han trazado para neutralizar lo ataques de los populares.
A partir de ahí seguirán a lo suyo: gestión económica y medidas sociales en una campaña "propositiva de los candidatos" confiados en que aunque el tema de Bildu haya irrumpido en el peor momento, cuando quedan días para abrir las urnas, el debate no les ha afectado. "Esto sirve para cohesionar al electorado progresista" que rechaza la instrumentalización que, a su juicio, hace el PP. El ala socialista del Gobierno afirma que los últimos sondeos que manejan en Moncloa, correspondientes al pasado lunes cuando la polémica ya había tomado vuelo, muestran una subida tanto del PSOE como de Unidas Podemos.
La estrategia de acoso y derribo de los populares entraña algunos riesgos. Entre otros que sea Vox quien patrimonialice electoralmente las listas tóxicas de Bildu en su lucha a brazo partido por hacerse con el mismo electorado como apuntan desde Moncloa.
"No es eso lo que nos llega. Vox no crece con esto", aseguran fuentes al máximo nivel del Partido Popular. Insisten en que sus encuestas reflejan que el trasvase de voto del PSOE al PP es mucho mayor que del PP al partido de Abascal. Con lo Bildu creen haber encontrado un elemento movilizador entre el votante 'antisanchista' a su favor. Y eso que la extrema derecha se está empleando a fondo en marcar perfil propio volviendo a pedir la ilegalización de la formación de Otegi. Algo que para Génova es prácticamente inviable porque en la actual ley de partidos "no encaja".
Creen que se podría modificar la Ley Electoral para limitar el acceso de los condenados por terrorismo a las listas electorales si no hay arrepentimiento y colaboración, pero "habría que estudiarlo bien" porque toca la Constitución. "Vamos a intentar situarnos en posiciones serias. En lo que se puede hacer o no. Brindis al sol los justos", señalan esas mismas fuentes. Un recado que también valdría para su baronesa Isabel Díaz Ayuso que se ha sumado a lo de ilegalizar a EH Bildu en contra del criterio de su propio partido.
Ayer una diputada de Vox fue obligada a dejar la tribuna del Congreso por no atenerse a lo que se estaba debatiendo en ese momento en pleno y emplear su tiempo en cargar contra la formación abertzale, el PSOE y hasta contra el Partido Popular.
"La próxima tendrá que ser la policía la que obligue a nuestros diputados (en este caso una diputada víctima del terrorismo ) a abandonar la tribuna", advertía a continuación Santiago Abascal desde sus redes sociales aunque él hoy no ha pisado el Congreso.
Ya es un hecho: estos comicios locales se juegan en clave nacional con Bildu y el terrorismo de ETA monopolizando el debate en esta primera semana de campaña en una especie de 'déjà vu' noventero y con los líderes nacionales batiéndose el cobre en primera persona.