El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se lanza desde hoy a la carretera para intentar apuntalar las comunidades autónomas donde creen que el balón electoral del 28M tiene más opciones de entrar y meterle gol al PSOE de Pedro Sánchez. No es casual que el gallego haga la tradicional 'pegada de carteles' en Valencia y Extremadura (Badajoz) y para el primer día oficial de campaña Castilla-La Mancha ya está programada en rojo en la agenda. A continuación tocará Aragón (Zaragoza) el 14 de mayo donde los populares se volcarán. Son los feudos socialistas en los que Génova cree que tiene posibilidades serias de ganar o al menos de sumar con Vox para desbancar del Gobierno a barones socialistas como Emiliano García-Page en una "foto finish" muy justa. Así que no van ahorrar esfuerzos ni kilómetros aunque el plan inicial para Feijóo no era ese.

"No es casualidad. La presencia del presidente en cada uno de los territorios y los días que está perfectamente medido y segmentado", presumía ayer el director de campaña Elías Bendodo que ya ha cartografiado todo el mapa de España para que no quede ni un sólo rincón para que el mensaje del PP "llegue con nitidez" el 28M. En los territorios clave el líder popular irá más de una vez. De hecho abrirá y cerrará campaña en Valencia -donde hay un programado además un tercer mitin el día 21 de mayo en la plaza de toros fetiche de los populares que aspiran a abarrotar en una exhibición de músculo electoral- y en Castilla-La Mancha además de la traca final en el Madrid de Ayuso.

La última semana de campaña, que es cuando la mayoría de los indecisos deciden su voto, el presidente del PP echará el resto y se pateará hasta nueve comunidades autónomas. El itinerario al completo de Feijóo se ha convertido en una especie de secreto de Estado y no se va a hacer público del todo. Sus colaboradores reconocen que sufrirá cambios sobre la marcha en función de los objetivos estratégicos del momento. Un ejemplo: el día en que Pedro Sánchez se reúna con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca, Feijóo estará en Toledo otra vez con su candidato Paco Núñez para escenificar que él sí suma frente al "activo tóxico" que dicen es Sánchez para candidatos como Page. Para esa fecha estaba previsto un acto en Valladolid y ahora ya no está tan claro. Castilla y León es el único Gobierno autonómico que los populares comparten con Vox y esa foto precisamente ese día no termina de convencerles.

"El PP va como un bloque unido y sin fisuras al 28M. La primera víctima del 'sanchismo' es el PSOE", proclaman los fontaneros de Génova persuadidos de que una de las principales fortalezas de su formación es la unidad. Saben que los votantes castigan especialmente los líos internos de los partidos en las urnas.

Aunque la campaña no arrancará formalmente hasta dentro de dos semanas, el líder popular dedicará lo que resta de semana para apuntalar un buen puñado de ciudades andaluzas. Viajará a Jerez, Cádiz y Málaga además de Ceuta y Melilla que dan prácticamente por plazas seguras y el 20 de mayo, en el ecuador de la campaña, estará en Sevilla. El presidente Juanma Moreno se ha conjurado con Feijóo para intentar hacer pleno en las ocho capitales andaluzas aunque Sevilla sigue en el alero con ligera ventaja para el PSOE. Moreno ya no se moverá de su territorio y se prodigará en mítines por toda Andalucía para cumplir con el objetivo encomendado. No en vano es la región que más escaños reparte (61) de cara a las generales de final de año.

Los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy se volcarán en los territorios clave para el PP el 28M. Hasta 14 mítines repartidos fundamentalmente entre Castilla-La Mancha, Valencia y Extremadura. Los feudos socialistas a conquistar. Eso sí, cada uno por su lado a pesar de la foto de reconciliación de hace unos meses. Tampoco coincidirán con Núñez Feijóo porque el plan es desplegarse por todos los rincones y que no haya duplicidades y de paso satisfacer todas la peticiones cursadas por los barones territoriales.

Ambos arroparán en días distintos a Isabel Díaz Ayuso y al alcalde José Luis Martínez-Almeida. Rajoy ha estado esta semana en los municipios manchegos de Albacete, Almansa y Caudete y Aznar se desplazará a Cuenca el día 19 con la idea de cebar las expectativas de victoria en Castilla-La Mancha. El mismo plan para Valencia y Andalucía con actos de Aznar en Orihuela y de Rajoy en Castellón , Marbella y Roquetas de Mar. Aznar también mitineará en el tramo final de la campaña en Bilbao, la ciudad en la que cerró la lista municipal del PP en 2003.

Alberto Núñez Feijóo, ha decidido ir con todo y bajar al barro de la carretera porque en estas elecciones también se mide su liderazgo. Con sus barones se comprometió a hacerse "corresponsable" de los resultados del 28 de mayo. El objetivo es ganar el 28M. Ganar en votos, en ayuntamientos y en gobiernos autonómicos. En Génova se respira optimismo contenido después de la montaña rusa de subir, bajar y volver a subir las expectativas electorales. "Vamos a ganar bien", presume un destacado dirigente de la dirección nacional.

Cree que un indicio objetivo es que comienzan la campaña con las encuestas levemente al alza y con el PSOE ligeramente a la baja. "Cuando uno llega a la campaña como el PSOE pidiendo la hora eso es letal", señala esa misma fuente que lleva la cuenta de todas las encuestas publicadas desde que Feijóo accedió a la presidencia del PP. "180 con nueve de cada diez dando la victoria al Partido Popular", añade.

Claro que los populares parten de un umbral muy bajo. En las elecciones autonómicas y municipales de 2019 perdieron en todas partes incluida Madrid y Murcia aunque consiguieron gobernar pactando con Ciudadanos. Entonces se dejaron un millón y medio de votos y siete puntos. Ahora las perspectivas son muy distintas.

"Una victoria del PP el 28M sería el primer paso para derogar las políticas erráticas del sanchismo", afirmaba ayer Bendodo subiendo fuerte la apuesta aunque sin echar la campanas al vuelo. Lo de "derogar el sanchismo" será uno de los ejes que vertebrará una campaña en la que los populares no mentarán a Vox ni sus posibles futuros pactos. "Nosotros a nuestro libro", zanja uno de los ideólogos de la caravana electoral del PP.