Dando la palabra a los periodistas para contestar a sus cuestiones, al preguntarle por qué durante 11 años el Barça pagó 7,3 millones de euros a la empresa que gestionaba un miembro activo del Comité Técnico de Árbitros, Enríquez Negreira, Joan Laporta ha intentado justificar:
"La pregunta tiene dos vertientes, una que sería la de la cantidad, del dinero que se ha pagado: yo diría que se contextualiza que este dinero se ha pagado durante 18 años. No es que se haya hecho un único pago de esos millones de euros. Son 18 años que se han pagado por unos informes importantes, necesarios, que tenían que estar hechos por personas que tuviesen una trayectoria importante dentro del mundo al que hacían referencia estos servicios".
"Solo le diría que la investigación interna ha encontrado 629 informes y 43 vídeos. Como decía, también, las conclusiones del informe preliminar, cuatro informes más de distintos temas… son de un periodo del 14 al 18. Es decir, en un periodo de cuatro años se han encontrado 629 informes más 43 CD. Creo que tendríamos que contextualizar. Esto se ha hecho en 18 años. Es un trabajo de calidad hecho por personas que estaban capacitadas para hacer este trabajo de los informes", ha señalado, antes de pasar a explicar esa "segunda vertiente" de la pregunta formulada.
"Cuando se hace referencia a que se había pagado al presidente o exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros… aquí también se ha de precisar que el prestador principal de los servicios era Javier Enriquez Romero: era el hijo de José María Enriquez Negreira. Por tanto, precisaría quién era el prestador principal de los servicios. Después, otra cosa que es más importante: el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros no tenía ninguna capacidad para alterar los resultados deportivos. No tenía ninguna capacidad para designar árbitros, y por lo tanto alterar los resultados deportivos. No tenía ninguna capacidad, e insisto, permítanme que insista: esto lo dice el artículo 29 del Reglamento de la Federación Española de Fútbol. Esta hipótesis falsa que se ha creado de que este señor influía en decisiones arbitrales es una decisión falsa porque el propio artículo 29 de la RFEF lo desmiente, dice lo contrario: no tenía capacidad, no estaba dentro de sus funciones. Esto, además, ha sido corroborado por manifestaciones que han hecho diversos árbitros. El vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros no estaba capacitado para designar a ningún árbitro y, por lo tanto, para influir en resultados o alterar la competición, y también hay una investigación en la RFEF que dice que esto no podía ser porque no tenía la capacidad".
"Por tanto, en cuanto a la cantidad, eran informes importantes, que eran necesarios, en 18 años. En lo que se refiere al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, no tenía capacidad para alterar la competición deportiva", ha sentenciado.