Los detalles de la vuelta del rey emérito a España 

Dentro de solo dos días, en la noche del miércoles, el rey emérito estará ya de nuevo en Sanxenxo, en Pontevedra (Galicia). Llegará procedente del Reino Unido, donde mantendrá una agenda que todavía no es pública. Supuestamente podría incluír el partido de Champions League entre el Real Madrid y el Chelsea en Londres. Para nada se sabe tampoco de una eventual comida con el rey Carlos III. Sin embargo, de lo que hará aquí en España, y dónde se va a alojar, ya ha trascendido hasta el último detalle.

Fuentes de su entorno han confirmado que se alojará de nuevo en casa de su amigo, Pedro Campos, por lo que esta visita va a ser muy parecida a la anterior. Está previsto que los primeros días los pase con sus amigos y compañeros de las regatas. Ya el fin de semana, si el tiempo lo permite, pero sobre todo si él se encuentra en condiciones, subirá a bordo del Bribón para participar en la competición. En Sanxenxo tienen todo preparado bajo una gran expectación.

Expectación en Sanxenxo por la llegada del rey emérito

Semana de regatas en el Club Naútico de Sanxenxo. Por eso los preparativos, pero la expectación creciente, tienen que ver y mucho con la llegada de Don Juan Carlos a la localidad. Ya en el agua el Bribón, el barco que capitaneará el rey emérito y que aguarda en unos de los pantalanes del club. Y sí, hay preparativos también en la casa de su íntimo amigo y anfitrión Pedro Campos. Toda la mañana las cámaras han captado a operarios entrando y saliendo del inmueble, dejando la casa a punto.

La escala en Londres, una incógnita del viaje del rey emérito

En ese chalet está la amistad y también la privacidad que le ofrece su gran amigo, insparable la última vez que el rey acudió a las regatas del club naútico. En la retina de todos, la escasa discreción de la última visita, la duda ahora es si esta vez será parecido. Otra incógnita, la escala en Londres que el entorno del rey anunció para un almuerzo privado con el rey Carlos III. Una agenda londinense sin datos ni certezas.