El Congreso ha dado luz verde a la reforma de las pensiones, una de las más importantes y de más calado de toda la legislatura. Su impacto social afecta a los casi 11 millones de pensionistas actuales y a los futuros. El Gobierno ha recompuesto el bloque de la investidura y ha conseguido una amplia mayoría para imponer un nuevo modelo basado en el aumento de los ingresos para garantizar la sostenibilidad del sistema sin recortar las prestaciones. "Política de país", dicen los socialistas que ponen en valor al igual que La Moncloa que la reforma tiene el aval de la Comisión Europea y de los sindicatos.

El PP finalmente ha votado en contra y además Alberto Núñez Feijóo ya promete derogarla si llega a La Moncloa. El resultado de la votación ha sido de 179 votos a favor, 104 en contra y 61 abstenciones. Ahora se tramitará como proyecto de ley para que los diferentes grupos parlamentarios puedan introducir cambios. El Gobierno ya ha llegado a algunos acuerdos con sus aliados que se han quejado de falta de valentía y ambición y seguirán apretando las tuercas a lo largo de la tramitación para corregir algunos aspectos. Ha llamado la atención el discurso de ERC, que además de votar a favor, ha hablado de "giro izquierdista y obrerista" de las pensiones.

Vox finalmente se ha abstenido porque según el partido de Santiago Abascal "el texto recoge algún elemento positivo" como la subida de las pensiones mínimas y una mejora en las lagunas de cotización.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha sido el encargado de subir a la tribuna para defender el decreto ley que "moderniza" el sistema público de pensiones. Ha sacado pecho argumentando que es un "cambio absoluto de paradigma, no solo en España, sino también en Europa", que es "muy rigurosa técnicamente" y está basada en tres pilares fundamentales: garantizar la suficiencia del sistema, reforzar la equidad y robustecer la sostenibilidad. Ha proclamado que la reforma está concebida para "la mayoría social de nuestro país".

En su exposición ha defendido que el sistema sale reforzado y mejor preparado para afrontar los retos del futuro. "Permite abordar el reto demográfico", ha afirmado el ministro que reivindica que son medidas equilibradas con la vista puesta en la equidad con las mujeres, los más vulnerables y la protección de los jóvenes. Ha subrayado que tras meses de diálogo y con el mandado del Pacto de Toledo como guía el nuevo modelo "garantiza la sostenibilidad a corto, medio y largo plazo". Pero donde ha colocado el foco el ministro es en la ausencia de recortes. "No habrá recortes en las cuantías de las pensiones", es la frase que más ha repetido. Los casi 11 millones de jubilados que hay en España ven eliminadas las "incertidumbres y los recortes". Una reforma, que presume, servirá para ampliar, garantizar y generalizar nuevos derechos en materia de protección social.

El discurso del ministro ha sido aplaudido por la bancada socialista y por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, puesta en pie en el banco azul. Díaz ha destacado que es "la primera reforma de pensiones sin recortes" que cumple con el mandato constitucional, es feminista y garantiza la suficiencia del sistema. Ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a los pensionistas españoles.

El PP ha cumplido su anuncio y ha votado en contra de la reforma. A su juicio perjudicará el empleo y pondrá en riesgo la sostenibilidad del sistema. Los populares advierten de que el coste lo pagarán los autónomos, las pymes y los jóvenes.

El coordinador del área económica del PP en el Congreso, Jaime de Olano, ha mostrado la oposición frontal del partido de Feijóo al decreto del Gobierno tanto en el fondo como en la forma. Ha arremetido contra la falta de diálogo y de transparencia. Según Olano se ha hecho al margen del diálogo social y del Pacto de Toledo.

El diputado ha tirado varias veces a lo largo de su exposición del reciente informe de la AIReF que señala que la nueva reforma elevará el déficit de la Seguridad Social para arremeter contra el ministro. El PP concluye que los socialistas suben las pensiones para terminar recortándolas en 2025 con un "nuevo recorte de salarios y de pensiones para todos". Pone como ejemplo que los autónomos tendrán que cotizar 200 euros más de media para recibir la misma pensión o menos.

La clave de la reforma es reforzar los ingresos para hacer frente a la jubilación de los 'baby boomers' de las décadas de los 30 y los 40 con un incremento de las bases máximas de cotización de 2024 a 2050. Además contempla mejoras en las pensiones mínimas y un nuevo sistema de cálculo dual para calcular la cuantía de la prestación. Los pensionistas podrán elegir entre los últimos 25 años cotizados o 29 años, pudiendo descartar los dos peores.