El bono social térmico es un complemento a la prestación del bono social a la electricidad, que se solicita a la compañía eléctrica. Solamente sus beneficiarios perciben la prestación del bono térmico, lo hacen en un único pago anual de forma automática, pero disponen de 10 días desde que se lo notifica la administración para renunciar a esta protección.
Todas las familias numerosas sean o no vulnerables tienen derecho a esta ayuda. Ahora, el Gobierno de Sánchez se propone introducir un límite máximo de renta para dar cobertura solo a las que más lo necesitan tras la polémica por el cobro del bono de algunos políticos.
La discusión por el bono social de calefacción que cobran algunos cargos políticos, con familia numerosa, ha encendido hoy el debate en la Asamblea de Madrid. Mientras el vicepresidente Enrique Ossorio insiste en que simplemente se ha beneficiado de una ayuda del gobierno central, la líder de Más Madrid dice que fue error cobrarlo, y que buscará la vía para devolver el dinero. Un debate, el de hoy, que puede ser más determinante de lo que ahora parece.
Del cruce de reproches por el bono social térmico no se ha librado nadie. La líder de Más Madrid, Mónica García, pidió la dimisión de Ossorio por recibir esta ayuda y poco después admitió que su familia también la cobra. Admite su error y promete que va a devolverlo “Me niego a ser como ustedes. Siento vergüenza cuando me equivoco” añadía en la Asamblea.
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, tras anunciar que el Gobierno modificará los criterios de acceso al bono social eléctrico con el objetivo de evitar que las familias numerosas con rentas altas obtengan esa ayuda pública, ha ahondado hoy en detalles sobre la pretendida reforma: el límite máximo de renta familiar para cobrar el bono en estos casos apunta a los 26.000 euros.