Alberto Núñez Feijóo no aparecerá por el Congreso el martes y miércoles de la semana que viene, 21 y 22 de marzo, cuando se debata y se vote la moción de censura de Vox liderada por el veterano economista Ramón Tamames, pero será uno de los protagonistas porque el Gobierno va a poner en el líder del PP gran parte del foco. La abstención de los populares, decidida por Feijóo, es munición pesada para Moncloa que utilizará para vincular al líder del PP con Vox y meterlo en la misma ecuación.
Feijóo no es diputado en la Cámara Baja, pero como senador podría asistir si quisiese a la moción y sentarse en el escaño del líder de la oposición como ya hizo durante el debate del estado de la nación en el mes de julio. Esta vez, el presidente del PP ya ha anunciado que estará ausente. Feijóo es muy crítico con la moción del partido de Santiago Abascal, la ha calificado como un "show" porque considera que es oxígeno para Sánchez cuando el Gobierno pasa por sus peores momentos en plena crisis interna con Podemos. Hasta intentó convencer a Tamames de que no aceptase ser el candidato. A pesar de esa oposición frontal, el PP no votará en contra y se abstendrá. Será la número dos de la formación, Cuca Gamarra, quien suba a la tribuna para dar la réplica al exmilitante del PCE.
En plena precampaña electoral de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, el Gobierno va con todo contra Feijóo y vuelve a recurrir a la estrategia de alertar contra futuros pactos del PP con la extrema derecha: "Un Gobierno de coalición con Vox". La línea la marcó en Telecinco el presidente Sánchez nada más conocerse la abstención. Le acusó de no atreverse a rechazar la moción de censura y de acercarse a Vox porque es la única forma de poder gobernar en ayuntamientos, comunidades autónomas y después en España. Ahora, cuando el día de la moción se acerca, todos sus ministros y el PSOE recrudecen la ofensiva.
Tanto Moncloa como Ferraz recurren al cambio de posición del PP respecto a las dos mociones que ha registrado Vox. En la primera de 2020, los populares liderados por Pablo Casado votaron en contra con un discurso muy duro contra Abascal, en esta segunda se van a abstener capitaneados por Feijóo. Los socialistas reprochan a Feijóo que haya adelantado a Casado por la derecha. En el Gobierno cargan contra la "ambigüedad" del líder gallego y denuncian que se está aproximando a la extrema derecha. "Claro que es relevante que el principal partido de la oposición crea que ya no está tan lejos de la extrema derecha como para en lugar de rechazar la moción de censura, vaya a abstenerse", ha proclamado la portavoz Isabel Rodríguez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Comparan además la actitud de Feijóo con la de otros líderes conservadores europeos y subrayan que ningún país del entorno de España tiene dirigentes de la derecha moderada que se atrevan a abstenerse antes los planteamientos de la extrema derecha. "Es España sí lo tenemos, Se llama Feijóo".
En el PSOE tienen claros los dos objetivos que se han marcado para la moción de censura. Por una parte, confrontar dos modelos de país y de sociedad, "el de un Gobierno progresista que avanza en derechos y protege a la ciudadanía frente al de la derecha y ultraderecha que hace recortes y practica retrocesos", repiten sus dirigentes. Por la otra, "visualizar" como Feijóo está llevando al PP a "acercarse" a la extrema derecha. El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, ha incidido en que el líder popular comenzó su mandato bendiciendo un pacto del PP con Vox en Castilla y León y ha acabado dando a sus barones libertad absoluta para pactar con los de Santiago Abascal donde quieran y puedan después de las elecciones de mayo.
Ya vaticina que a pesar de que Feijóo tilda que la moción como "un esperpento", "hará vicepresidentes de sus gobiernos a sus compañeros de viaje de Vox". Para el PSOE durante el martes y el miércoles quedarán algunas cosas muy claras: "El desvarío e Vox", la defensa de los valores de progreso del Gobierno y la "fuga de Feijóo". Fuentes socialistas señalan que la intervención del Gobierno pivotará sobre tres ejes fundamentales. Una respuesta en clave ideológica al discurso de Abascal que es quien defenderá las razones para presentar la moción de censura, la respuesta al candidato Tamames donde se confrontarán dos modelos y la respuesta al PP donde se incidirá en el papel de Feijóo.
Los detalles concretos de cómo intervendrá el Gobierno no están totalmente cerrados y se está trabajando en buscar la mejor opción. Está claro que Pedro Sánchez tomará la palabra y todavía está por ver si intervienen otros ministros, entre ellos la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz. La portavoz del Ejecutivo ha precisado que esa decisión se podría adoptar incluso durante la sesión parlamentaria.
Lo que si está resuelto es que el Consejo de Ministros de la semana que viene se celebrará el lunes, día festivo en Madrid, porque el martes el debate de la moción en el Congreso comienza a las nueve de la mañana. Todo el foco político se trasladará a la Carrera de San Jerónimo, al gran debate de la precampaña.