Adiós definitivo a uno de los compromisos de investidura más simbólicos de Pedro Sánchez y a un promesa electoral de todos los partidos que forman el bloque de investidura. No habrá reforma de la ley mordaza. La polémica Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en solitario por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015 seguirá en vigor ochos años después sin ningún cambio. La puntilla se la han dado ERC y Bildu que han votado en contra del dictamen de la ley en la Comisión de Interior. Sus votos eran imprescindibles para sacarla adelante teniendo en cuenta que toda la derecha votaba en contra.
Tras larguísimas negociaciones que han durado más de un año donde se han producido avances, los socios independentistas del Gobierno consideran insuficientes los cambios pactados entre PSOE, Podemos y PNV y se han negado a apoyar una reforma que han calificado como "ligth o edulcorada". El Gobierno ha votado unido, pero los morados han sido muy duros con los socialistas a los que responsabilizan de provocar "el mayor fracaso parlamentario de la legislatura".
Los focos desacuerdo se han mantenido prácticamente desde el principio. Entró en el Congreso en enero de 2020 a través de una proposición de ley del PNV y ha tenido más de 40 ampliaciones del plazo de enmiendas ante la incapacidad de los aliados para desbloquearla. La utilización de las pelotas de goma por las Fuerzas de Seguridad del Estado, las faltas de respeto a los agentes, la desobediencia y las devoluciones en caliente de migrantes. ERC y Bildu exigían la prohibición de ese material antidisturbio y el rechazo en frontera y tocar los artículos relacionados con las sanciones. Según esas formaciones "los aspectos más lesivos" de la ley se mantienen intactos.
El Gobierno siempre ha defendido que su intención era mantener un equilibrio entre los derechos de los manifestantes a la protesta y las garantías para que los policías pudiesen hacer su trabajo con herramientas suficientes. Los socialistas destacan que en este tiempo se han cambiado los aspectos más duros de la ley del PP, los que llevaron a bautizarla como ley mordaza. El PNV, el único socio que ha amarrado el Ejecutivo, subraya que se ha cambiado un 50 por ciento de la norma.
Patxi López ha reprochado a ERC y Bildu que hayan puesto "excusas" para no aprobar la reforma con argumentos falsos. El portavoz del PSOE en el Congreso sostiene que es "mentira" que en Cataluña las pelotas de goma estén prohibidas por ley como proclaman los republicanos, asegura que las devoluciones en caliente corresponden a la Ley de Extranjería y defiende que se han "objetivado claramente" las faltas de autoridad. Eso sí, también ha dejado claro que el PSOE no iba a desproteger a los agentes.
Emplaza a los independentistas a que expliquen por qué prefieren que siga existiendo la ley mordaza del PP y les reprocha que no se hayan abstenido para intentar seguir negociando hasta el final. "Quizá alguno no quería aprobar ninguna ley que tuviera que ver con la policía española", ha subrayado en referencia a Bildu. Fuentes socialistas niegan ser los responsables del fracaso de uno de los compromisos de la legislatura más emblemáticos y destacan que el Gobierno ha votado unido.
En las últimas horas Podemos ha sido muy crítico con el PSOE al que ha acusado de "cerrazón" por forzar la reunión de la Comisión sabiendo que no había acuerdo entre los aliados. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, considera que los socialistas han buscado el choque. El portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, ha calificado como una "mala noticia" que siga vigente la ley "represiva" del PP que se aprobó para limitar la protesta pacífica. "Lamentablemente el PSOE no ha querido hacer un último esfuerzo", se ha quejado.
Para Echenique los socialistas no han querido andar el último tramo del camino y denuncia que cuando el Gobierno ha necesitado los votos de ERC y Bildu en otras leyes, como para aprobar los presupuestos, los ha conseguido. "Si ahora no lo ha hecho, es que no lo ha querido hacer", ha enfatizado. Su homólogo Patxi López le ha aconsejado que en lugar de tantas declaraciones se pase por las comisiones para ver hasta dónde negocia el PSOE.
ERC y Bildu han hecho un último intento de salvar el proyecto presentando cuatro enmiendas transaccionales para modificar la desobediencia, que pasaría a considerarse como una falta leve; que solo los "insultos e injurias" sean faltas de respeto y prohibir de forma efectiva las balas de goma y las devoluciones en caliente. No ha sido aceptado. Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra en el Congreso, ha señalado que su grupo no va a aceptar "un maquillaje" de la ley y reivindica que ellos sí cumplen con la palabra dada en su día. "No vamos a participar de ese engaño a la ciudadanía".
Se ha quejado de las presiones que están sufriendo y de que se les culpe del fracaso. En una rueda de prensa ha enseñado dos fotos, en una un policía nacional dando una patada a un migrante en la frontera, en la otra aparece un primer plano de la mujer que perdió un ojo en Barcelona por una pelota de goma. "Dijimos que esto tenía que desaparecer y no desparece", ha proclamado.
El diputado de Bildu, Jon Iñarritu, también ha enfatizado que no querían ser "cómplices" de la reforma y ha denunciado la falta de voluntad política para eliminar los artículos más lesivos para los derechos. "No vamos a elegir entre la ley mordaza del señor Rajoy o la ley mordaza condicionada por el señor Marlaska", ha afirmado.