12 Comunidades Autónomas en liza y 8.000 ayuntamientos. El PP sólo gobierna en Madrid y Murcia y en 11 capitales de provincia tras el batacazo de las elecciones autonómicas y municipales de hace cuatro años. Tras el 28M aspiran a hacerlo hasta en 30 capitales incluyendo las 8 más pobladas, reconquistar La Rioja o las ciudades autónomas de Ceuta (ahora gobiernan en minoría) y Melilla, y disputar al PSOE hasta cuatro de sus feudos: Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia y Aragón. También son muy optimistas con Baleares.
A los populares no les vale con mantener lo que ya tienen si quieren instalar la idea de un cambio de ciclo con la vista puesta en las generales. “El cambio de ciclo completo se va a producir en diciembre pero el 28 de mayo será un examen muy potente. Es el paso del ecuador hasta los exámenes finales de fin de año”, admiten fuentes del máximo nivel del partido.
En Génova se han marcado como objetivo de máximos conseguir teñir el mapa de España de azul la noche del 28 de mayo. Otra cosa será después gobernar. Las encuestas son tozudas y de momento ese cambio pasa por Vox. En el Partido Popular van a gobernar “con lo que puedan”, admiten esas mismas fuentes porque están convencidos de que Pedro Sánchez y el PSOE les van a aplicar un ‘Pacto del Tinell’ actualizado. "Vamos a ver en conjunto lo que pasa, pero no es lo mismo que necesites 4 votos para la investidura que 14". Traducido: los pactos postelectorales dependerán de cuánto necesiten a Vox.
Aun así, jugarán la baza de forzar a Vox para que facilite los futuros gobiernos populares regionales y municipales sin pagar el peaje de que haya “más Mañuecos”. Eso choca con las aspiraciones de la formación de Abascal que después de entrar en el Gobierno de Castilla y León, quiere seguir acumulando poder territorial. “A Vox no le queda más remedio que colaborar con cualquier gobierno del PP si quiere sobrevivir de cara a las generales”, dice otra voz autorizada dentro de la dirección nacional popular convencida de que la extrema derecha terminará plegándose porque si permite gobiernos de izquierda el 28M “nadie les votará” en diciembre.
“El balón está en el poste. Puede entrar fuera o dentro”. Así describen en la cúpula del PP el minuto y resultado en la lucha por conquistar mayor poder territorial el 28M. Los socialistas necesitan que Podemos aguante en Extremadura, Baleares y Valencia (la barrera para entrar en esos parlamentos es del 5%) para poder retener esos territorios. Génova sueña con poder arrebatarle al alguno de sus feudos al PSOE en Extremadura, Castilla-La Mancha, Valencia, Aragón o Baleares. Eso marcaría la diferencia entre un resultado normal (mantener Madrid y Murcia que “están blindadas” y sumar La Rioja) de un muy buen resultado. Si ganaran en Valencia eso ya sería matrícula de honor.
“Imagínate que hay un cambio en Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura. Esa noche Sánchez no da rueda de prensa”, vaticinan en Génova.
Los populares son muy optimistas con Extremadura y confían en el tirón de su candidata María Guardiola. “Es una candidata brutal. Conecta muy bien con la gente”; “Se puede entrar perfectamente. Lo veo en la calle”, aseguran distintas voces al máximo nivel.
Valencia es la joya de la corona del 28M. Recuperar la Generalitat tras ocho años en la oposición es clave para el examen final de las generales por el número de escaños que aporta al Congreso y supondría dar “jaque mate” a Sánchez. Eso piensan en el PP. Ahora mismo habría un empate técnico entre bloques pero en Génova tienen buenas vibraciones. “Hay motivos más que justificados para el cambio. Salvo que cometamos errores ese cambio debería producirse”, dicen esperanzados.
No descartan victorias en Aragón, Baleares y Castilla-La Mancha. Tampoco dan por perdida Canarias o Cantabria a través de pactos con Coalición Canaria o con el Partido Regionalista, respectivamente.
El PP calcula que podrá gobernar en 30 de las 50 capitales de provincia incluyendo las 8 más pobladas de España. Dan por descontado que retendrán Madrid, Málaga con el incombustible Francisco de la Torre, Zaragoza (con una nueva candidata tras la marcha de Jorge Azcón reconvertido en candidato autonómico por Aragón) y la ciudad autónoma de Ceuta, pero quieren recuperar Valencia y Sevilla que perdieron en 2015. Son el tercer y cuarto municipio más poblado de España.
En su radar también está Murcia (que el PSOE le arrebató en 2021 tras la moción de censura con Ciudadanos lo que marcó el principio del fin de los naranjas), Badajoz después de fichar al alcalde de Ciudadanos Ignacio Grajera, y Melilla. Son plazas que ven seguras. Eso y recuperar poder municipal en Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León. En las últimas municipales los populares cedieron Cuenca, Albacete o Guadalajara del lado manchego, y Ávila, Burgos y Palencia del lado castellano y leonés. El 28M ven muchas posibilidades de que vuelvan a teñirse de azul.
Génova tiene grandes expectativas en Andalucía después de la histórica mayoría absoluta de Juanma Moreno hace unos meses. Creen que hay partido en Sevilla, la alcaldía más importante que conserva el PSOE. Arrebatársela sería un duro golpe para Pedro Sánchez. Ahora gobiernan en los ayuntamientos de Almería, Córdoba y Málaga, pero también ven a tiro Granada y Jaén además de Sevilla.
El 'Estudio Opinión Pública Capitales Andaluzas 2023' elaborado por el CIS andaluz recogía que el PP puede ganar el 28 de mayo en las ocho capitales andaluzas con mayoría absoluta o rozándola salvo en Sevilla donde se quedaría a dos concejales. (Puede consultarlo aquí)
Barcelona es punto y aparte. El PP es ahora la sexta fuerza política en la Ciudad Condal con dos concejales pero los populares aspiran a doblarlos y ser “relevantes” a la hora de conformar el futuro Gobierno municipal.
A pesar de ese optimismo general Génova no echa las campanas al vuelo. Subrayan que los candidatos autonómicos y los alcaldables socialistas son mejores que Pedro Sánchez y que en las elecciones del 28M el PSOE “está mucho más fuerte” que en las generales.