Con la aprobación de la modificación del concierto y del cupo vasco y del convenio de Navarra en el Congreso el tema - tan discutido- vuelve a salir. Ciudadanos y Vox han votado en contra del concierto económico, que recoge la Constitución Española de 1978. ¿Pero qué es el cupo vasco?
El concierto económico vasco es el marco que regula las relaciones financieras entre el País Vasco y el Estado Central, Una singularidad de los dos territorios forales, el Cupo vasco y el Concierto navarro reconoce la Carta Magna.
El cupo vasco es la cuantía que paga anualmente el País Vasco al Estado para financiar todos los servicios que están centralizados, es decir que son responsabilidad del Gobierno de España y no están transferidos al Gobierno central. Por ejemplo, las embajadas en el exterior, los museos nacionales, la política de Defensa, los intereses de la deuda, entre otros gastos.
Para calcular estas cargas no asumidas, se estima el gasto realizado por el Estado para todas las comunidades autónomas y se aplica un coeficiente para ver qué parte de la financiación le correspondería al País Vasco. Este coeficiente (llamado índice de imputación) es la relación de la renta de la región sobre el total de la renta nacional.
La metodología aprobada mantiene el índice de imputación en el 6,24 %, un porcentaje establecido hace 40 años en función de la población y del peso de la economía vasca en el conjunto del Estado. Uno de los puntos que más críticas levanta al considerar que la situación económica de los territorios forales es mucho mejor por lo que el índice debería aumentar.
Las tres diputaciones forales vascas recaudan todos los impuestos en el País Vasco. El IRPF, IVA, Sociedades, Especiales. Una vez hecho esto reparten al Estado por los gastos acordados en el Cupo. Son las diputaciones las que deciden cuál es el nivel de impuestos que deben pagar sus ciudadanos. Como único requisito es que tendrán que ser similar a la del resto del Estado.
El cupo vasco tiene sus orígnes en 1878, tras las últimas guerras carlistas. Hasta entonces, las tres diputaciones vascas eran las encargadas de recaudar los impuestos. El Estado necesitado de recursos tras años de conflictos bélicos, acordó con las administraciones vascas que le entregasen una parte de los impuestos que pagaba la burguesía vasca. Y entonces se crea el Cupo.
La polémica por el cupo vasco la comparten la mayoría de los economistas que lo consideran un privilegio para Euskadi y a Navarra en relación con el resto de la comunidades. Sobre todo ponen en discusión el método para calcularlo.
Además, sostienen que la capacidad fiscal de Euskadi está por encima de la media y, sin embargo, su aportación al sistema es inferior al promedio.