Terminó el suspense. Tras muchas idas y venidas Vox registrará este lunes en el Congreso de los Diputados la moción de censura contra Sánchez con el exlíder comunista Ramón Tamames de candidato. Setenta y cinco días después de que Santiago Abascal proclamara su intención de censurar por segunda vez al presidente Pedro Sánchez en año electoral y tres semanas después de que poner encima de la mesa el nombre de un histórico de la transición para liderarla, el ‘culebrón’ parece que se acerca a su capítulo final. Ahora sólo queda que la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, le ponga fecha.
Con profusión de sonrisas, Abascal y Tamames han cerrado oficialmente la candidatura tras reunirse en la tarde de este miércoles en la sede nacional de la calle Bambú de Madrid y zanjar los últimos flecos. Sin cámaras ni micrófonos de por medio y según el comunicado difundido por la formación de extrema derecha, el líder de Vox proclamaba su satisfacción por "cumplir con la palabra dada" al poder presentar en la tribuna del Congreso a "un español independiente, de brillante trayectoria intelectual, símbolo de la reconciliación nacional, para que represente a millones de españoles que, más allá de partidos, exigen una dimisión inmediata de un Gobierno contrario a los intereses de la nación". Casi sonaba a otros tiempos hasta que ha llegado Tamames y se ha comparado con el Cid Campeador. Lo más alejado de un comunista pero más del gusto de Vox.
“El Cid Campeador debió sentirse de forma parecida a esta, cuando le pidió explicaciones al Rey Alfonso VI en la jura de Santa Gadea”, decía mientras ambos exhibían buen rollo con un Abascal que no ha desaprovechado la oportunidad de mostrarle un ejemplar (no sabemos si suyo) de 'Estructura Económica de España', libro del que es autor Tamames.
No estaban solos. Junto a ellos los equipos negociadores. Ni una mujer y con el escritor Fernando Sánchez Dragó a la cabeza como gran muñidor de un acuerdo para intentar convertir en presidente del Gobierno al economista de 89 años y convocar elecciones inmediatamente aunque sólo falten unos meses para las generales. No parece que eso vaya a pasar porque en de momento cuentan únicamente con los votos de sus 52 diputados, el apoyo espontáneo de Esperanza Aguirre y la abstención de un PP que ya ha calificado esta iniciativa de "disparate" . No es como para que en Moncloa se pongan nerviosos.
La noche del martes y 13 el protagonista principal, Ramón Tamames, reventaba el calendario secreto que había trazado la dirección nacional el partido y anunciaba a sus colegas de la Academia de Ciencias Morales y Políticas que daba el ‘sí quiero’ a Abascal. Sería el candidato al frente de la moción de censura. Sin embargo Vox se resistía a confirmar la noticia y optaba por alargar el suspense como en los folletines televisivos de los años 80. “Aún quedan flecos por cerrar. Pronto habrá noticias”, se limitaba a contestar por la mañana un dirigente de la primera línea sin darlo aún por hecho.
Los de Abascal no se terminaban de fiar del viejo profesor y el entusiasmo por su candidatura va por barrios. Incluso hay sectores dentro del partido que se cuestionan que sea el “candidato ideal”. Reconocen que va por libre, que no le controlan (eso en un partido que ha hecho del control férreo del mensaje una de sus principales fortalezas), y que con él todo es “una locura” y “no hay procedimientos” que valgan.
Una vez hecho, todos cerrarán filas en torno a un nonagenario Tamames que apoyado en su bastón tendrá que superar una prueba física importante y desgranar su programa electoral con debates que se pueden alargar más de diez horas durante al menos dos días. Eso sí, nadie, ni Sánchez ni ningún otro portavoz parlamentario arremeterá contra él y dejarán los ataques para Abascal.
Desde que a principios de febrero Abascal se entrevistó con él a sugerencia de su biógrafo personal, el flamante premio de las Letras de Castilla y León Fernando Sánchez Dragó, Tamames no ha parado de mandar señales dejando clara su disposición hasta que se ha concretado este miércoles su candidatura. “Si no lidero la moción de Vox, puedo arrepentirme toda mi vida”, llegó a decir a El Mundo.
El viejo líder comunista parece vivir una nueva juventud y explota este sobrevenido minuto de gloria prodigándose en entrevistas en televisión, radio y periódicos y dando rienda suelta a todo lo que se le pasa por la cabeza sin consultar con Abascal. Desde adelantar que quería invitar a Pedro Sánchez a cenar a su casa antes de enfrentarse a él en el Congreso a rebelar que comió con Feijóo para exponerle la necesidad de la moción de censura promovida por Vox. “Si fueras mi padre no te dejaría hacerlo”, le intentó disuadir sin éxito el presidente del PP.
Las alarmas se encendieron en la sede de Bambú. Se dieron cuenta de que Ramón Tamames iba por libre y no podían controlar al histórico militante comunista, luchador antifranquista, después dirigente del CDS y en los últimos tiempos colaborador de la fundación Disenso, el laboratorio de ideas de Vox.
Tamames se lanzó con entusiasmo a redactar su discurso como candidato a presidente del Gobierno pero existen diferencias con Vox sobre cuestiones medulares para la extrema derecha como la inmigración o la violencia de género. Aunque hay quien dentro del partido de Abascal defiende la necesidad de darle un margen de libertad.
“Todo tiene su riesgo”, asegura otro dirigente consultado por NIUS al que sí convence la candidatura de Tamames. Cree que es “un buen candidato” y que tiene tirón entre la gente de la calle, sobre todo entre los mayores.
Ahora queda saber si Santiago Abascal, después de negarse a liderar él mismo la moción de censura contra Sánchez, no dejará solo a Tamames en la Tribuna de oradores y y se prestará a presentar su candidatura ante el pleno del Congreso. "No se ha decidido todavía", dicen en Bambú mientras se frotan las manos porque al menos por unos días lograrán marcar la agenda política nacional.