Un Álvaro Pérez irreconocible deja tocado a Camps: "Yo le pedía que me ayudara, y él me ayudaba"

  • Ha relatado cómo tras su llegada a Valencia, empezó haciendo actos del PP y poco a poco fueron consiguiendo contratos con la administración

  • Sin bigote, sin barba, con un corte de pelo diferente y tono sereno, Pérez ha hecho su tercera declaración autoinculpatoria en un caso Gürtel

  • Pablo Crespo también ha señalado al expresidente valenciano: "El eje básico era Camps"

Ni es ya "El Bigotes", ni es el "amiguito de alma" de Francisco Camps. Tras seis años en prisión, con una imagen casi irreconocible y un tono sereno, -raro en él- Álvaro Pérez ha declarado este lunes en el juicio por los contratos, presuntamente irregulares, del gobierno valenciano a la trama Correa para el estand valenciano de Fitur 2009. Su declaración, la tercera autoinculpatoria, se suma a la de Francisco Correa hace unos días y ha puesto en serios aprietos a Francisco Camps: "Yo le pedía a Paco Camps que me ayudara, y él me ayudaba", ha relatado, al explicar que las empresas de Correa empezaron organizando los actos del Partido Popular, pero que con los años fueron consiguiendo contactos con la administración. "Yo lo pedía y me lo daban", ha aseverado durante la sesión.

Uno de esos contratos fue el de Fitur 2009. Sobre él, Álvaro Pérez que Camps sabía que lo harían ellos, que "venía de Presidencia" y que estaba en la agenda política del PP valenciano. La parte presuntamente irregular es el montaje de un expositor dentro del "Nosotros contábamos con ventaja, sabíamos quienes iban a figurar en ese stand" con varios co-expositores que tenían que contratar a una empresa para que hiciera el montaje. "Estate tranquilo que lo harás tú todo", le llegó a decir Camps meses antes de la feria, según ha relatado Pérez.

Poco antes de esa feria, se produjo una llamada de Camps a Álvaro Pérez en la que el antiguo 'Bigotes' le pidió lealtad por muchos años, a lo que el expresidente le respondió que la tendría "para toda la vida". Es una de las conversaciones que han sonado en la sala, justo antes de aquella famosa llamada en la Camps le dio las gracias por los regalos que habían llegado de la trama. La mujer de Camps le dijo que se había "pasado 20 pueblos" y Camps y Pérez se declararon su cariño con un "te quiero mucho" y se emplazaron para "hablar de lo suyo".

Preguntando sobre qué era "lo suyo", el imputado no ha precisado, pero ha insistido en que podía ser cualquiera de las cosas que tenían entre manos. Entre las cosas que tenían entre manos, ha ido contando varios actos que hicieron gracias a que "el jefe" había ordenado que se los encargaran a ellos.

Durante la sesión también se ha exhibido un vídeo de su propia boda el que se ve a Pérez hablando con cariño a Camps, y después ha hecho una reflexión: "No voy a negar lo obvio, yo no he visto a nadie levantando la mano y diciendo: 'Chico, yo no te conozco de nada", ha dicho en referencia al expresidente valenciano, que niega sus relaciones con la trama. "Entiendo que se quiera negar ahora lo innegable, pero hay mucha gente que sabe cómo era mi relación con el señor Camps", ha añadido en otro momento de la declaración.

Eso sí, él se sitúa al margen de la firma de contratos, también de los que se investigan, y ha explicado que su labor era comercial.

El estallido de la operación Gürtel

"Me he llevado el susto de mi puta vida", se oye a Álvaro Pérez decir en otra de las conversaciones escuchadas en la sala entre él y Camps y que corresponde al año 2009, a las horas posteriores a la operación del juez Garzón contra la trama Gürtel. Francisco Camps le pregunta qué tal está y le intenta tranquilizar diciéndole que todo es de Madrid y que al ser una operación dirigida por Garzón tiene mucho "trasfondo político".

Álvaro Pérez fue uno de los detenidos aquel día pero tras prestar declaración fue puesto en libertad con la obligación de comparecer semanalmente en un juzgado. En esa conversación se oye a Pérez decir que estuvieran "rigurosamente tranquilos" y este lunes, 14 años después, ha explicado que se refería Vicente Rambla, Ricardo Costa y el propio Francisco Camps, el núcleo duro del PP y el gobierno valenciano.

No fue Camps el único que habló con él en esos mismos días. También Rambla y Costa lo hicieron. En esas llamadas se escucha a Pérez llorando, hundido y dejando mensajes de tranquilidad para su "amigo".

No ha sido el único imputado que ha señalado al expresidente valenciano. Antes que él, el número dos de Francisco Correa, Pablo Crespo, ha hecho lo mismo al decir que "el eje básico era Camps" y que líder de los populares valencianos era el que les solucionaba los problemas y que llegaban a los concursos con ventaja comercial, porque iban "introducidos".