Hacienda investigaba pagos del Barça a empresas de Gerard Piqué, de Andrés Iniesta, de Lionel Messi y de otros trece “proveedores” más cuando se topó con el dinero que uno de los clubs de fútbol más representativos de la primera división española pagaba a una empresa vinculada al número dos de los árbitros españoles. Fue en septiembre de 2019, después de que el equipo inspector de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes con sede en Barcelona tuviera sospechas de los pagos enviados desde el club a 14 sociedades concretas. 14 empresas entre las que figuran dos de las vinculadas directamente a José María Enríquez Negreira, una de las constructoras participadas por la familia de Gerard Piqué, la empresa que gestiona los derechos deportivos de Andrés Iniesta, las firmas de media decena de representantes de jugadores y varias sociedades controladas por testaferros profesionales con origen en Uruguay y Panamá.

Para hacer la criba, Hacienda se sirvió de un documento determinante; el llamado 347. El informe que toda empresa tiene obligación de cumplimentar en España y donde aparecen todos sus proveedores; todas las empresas a las que el F.C. Barcelona pagó el año anterior más de 3.000 euros como supuesto proveedor de servicios. Cuando los inspectores fiscales revisaron ese documento, dudaron de la naturaleza de los servicios prestados por la empresa Dasnil 95 SL, que comenzó a facturar al club en 2016 cantidades que rondaban el medio millón de euros por ejercicio. Pero solicitaron también una segunda empresa. Una Sociedad Civil Personal llamada Nilsad SCP que en 2015 facturó al club más de 850.000 euros. En ese momento, a los inspectores fiscales les interesaba la información solo desde 2016, ya que consideraban que cualquier irregularidad fiscal anterior estaría ya prescrita. 

En realidad, la petición de información de Hacienda se enmarcaba dentro de un plan más amplio, fundamentado en la sospecha de que el Barça estaba enmascarando el pago a jugadores por medio de sociedades para evitar el pago de impuestos. Por eso, la mayoría de las sociedades que aparecen en ese listado son empresas vinculadas directamente, bien con representantes de futbolistas o bien con los propios jugadores. 

En el caso de Iniesta, la sociedad que aparece en la requisitoria de Hacienda es Maresyterey SL, que recibió del club 1,7 millones de euros en 2017. En ese momento, el jugador estaba ya inmerso en una inspección por los pagos recibidos por medio de esa sociedad durante los años 2013-2015. De hecho, esa actuación fiscal abrió una batalla judicial entre Iniesta y el fisco español que todavía perdura y en la que el jugador del Barça ha sido sustentado por los tribunales en varias ocasiones. En el grueso de esta pelea, que la Fiscalía ha llevado ahora al Tribunal Supremo con su último recurso, está la forma en la que los jugadores computan sus derechos de imagen y el traslado que en algunos casos hacen de ellos a distintas sociedades para rebajar la factura fiscal. 

En 2019, Hacienda solicitó además información sobre otras dos sociedades concretas: la primera, llamada Limecu, era la empresa argentina controlada por Lionel Messi para cobrar presuntamente 3,4 millones de euros de su sueldo y rebajar así el pago de impuestos en España. El jugador también acabó en los tribunales por ello y cuando el fisco pidió información al Barça sobre estos pagos, el jugador había sido ya condenado.

La segunda sociedad, controlada por la familia de Gerard Piqué, es Kerad Project 2006 SL, registrada como una constructora y que recibió más de 1,6 millones de euros en sanciones de Hacienda por los pagos recibidos por parte del club blaugrana. El fisco español sancionó a la sociedad incluso por desgravar el palco del club a nombre de la empresa. Sin embargo, tras varios años de litigio, la Justicia dio la razón a Piqué y anuló todas las sanciones al considerar que el criterio aplicado los los asesores legales del jugador a la hora del pago de impuestos, era el correcto, y no el aplicado por Hacienda.