Juzgados de Plaza de Castilla, Madrid, 9:30 de la mañana. Una veintena de ciudadanos hacen cola para entrar a declaraciones, firmas, o juicios, por la puerta principal. En el acceso profesional, abogados y procuradores van y vienen. Entre los que salen, los hay frustrados, porque lo suyo no se ha podido hacer debido a la huelga de los Letrados de la Administración de Justicia. "Fatal fatal, no se celebra nada", responde un abogado presuroso mientras se dispone a cruzar la calle de Bravo Murillo para seguir con sus asuntos del día.
Faltan sólo unas horas para que, este jueves, los LAJ se reúnan con el Ministerio de Justicia en un intento de poner fin a esta huelga que empezó el 24 de enero. Ellos llevan años asumiendo muchas funciones y reclaman que su salario sea el 85% de lo que cobra un juez de la misma antigüedad. En Justicia ven eso "imposible". "Nunca serán jueces ni fiscales", señalaba a NIUS el secretario de Estado de Justicia, Tontxu Rodríguez, este martes.
Para ver cómo están las cosas sobre el terreno, nos hemos desplazado a esos juzgados de Plaza de Castilla. Es un lugar populoso en el norte la ciudad, Una esquina da a la bulliciosa Bravo Murillo, principal calle del Barrio de Tetuán, y la otra al siempre transitado Paseo de la Castellana. Por la puerta principal, también hay profesionales, como Delfina, que abandonan la sede judicial aliviados. Esta procuradora ha venido desde Santiago de Compostela para una vista que sí se ha celebrado: "En Galicia está mucho peor", explica a NIUS un tanto indignada porque desde el 24 de enero su trabajo se está viendo "muy afectado". Lo que más le molesta a Delfina es que no se avise y que los desplazamientos se hagan en balde: "Es una falta de respeto a los profesionales y a los justiciables", señala, crítica con la forma de hacer la huelga indefinida s reivindicaciones de los LAJ, que según su experiencia "no suelen estar en las Salas de Vistas, ni van a los lanzamientos, pero reclaman cobrar más por eso".
Una abogada que se detiene poco después discrepa con Delfina. "¿Cómo nos van a avisar?, es una huelga y sus reivindicaciones son muy legítimas. Hacen mucho trabajo y no está lo suficientemente bien pagado". A ella le han suspendido un 60% de sus pleitos, pero cree que "no hay derecho de que la Justicia esté como está, totalmente colapsada" y que los Letrados de la Administración de Justicia hacen muy bien en movilizarse.
La mañana está soleada, y casi todos los asaltados por las preguntas que les hacemos libreta en mano, se detienen un momento para darnos el minuto y resultado. "En el 34 se están celebrando", responde una mujer. "Yo he podido celebrar", contesta un joven letrado que en estas semanas sólo ha tenido dos suspensiones desde el inicio del paro indefinido.
La conclusión tras interceptar a más de una veintena de personas, es que el seguimiento es irregular. Además, muchos de los LAJ que hacen huelga, no la hacen a diario. En cualquier caso, las cifras bailan entre el 75% de seguimiento del que hablan los convocantes y el 26% que da Justicia.
Entre los que se detienen a charlar, Ángel González Nieto. Nos pregunta si sólo nos interesa Madrid, le decimos que no, y nos asegura que "Guadalajara está mucho peor". Este abogado de la capital de La Alcarria ejerce allí, en Alcalá de Henares y en Madrid. A Ángel, le han suspendido 15 procedimientos en su ciudad desde que empezó la huelga.
"Lo peor es la falta de aviso y que no te cogen el teléfono", explica reproduciendo la queja de Delfina, la procuradora de Santiago de Compostela: "Llegas a las 9;30, te encuentras con la Sala de Vistas cerrada y ves por la cristalera que hay funcionarios, pero que nadie coge el teléfono, pese a que no para de sonar. Luego obre las 9:45 y las 10:00 sale alguien e informa de que todas las vistas están suspendidas", cuenta Ángel, que en estos días se ha acostumbrado a ir llamando desde su coche para preguntar si va a haber actividad, aunque no suele obtener respuesta.
De hecho, nos explica que en un chat de abogados del que es parte, los compañeros se han puesto de acuerdo y el primero que llega avisa a los demás de cómo están las cosas. Que están mal, afirma, y no sólo ahora: "Tenemos un divorcio pendiente desde hace dos años", afirma.
A lo incómodo de la situación, Ángel añade el problema del gasto. Por ejemplo, a la hora de citar peritos para las vistas. Los expertos hacen un informe, pero además, cobran por desplazamiento: "Eso no se lo imputamos al cliente", explica quejoso por la repercusión económica que tiene para ellos.
Del mismo problema habla otra abogada que ha llegado desde Toledo. "No se lo cobramos al cliente, que bastante perjudicado está ya". Lo dice después de una vista en los juzgados de lo Social de la Calle Princesa, donde sí ha podido hacer su trabajo: "En Toledo está peor, todo paralizado".
Varios letrados nos explican que si además hablamos del turno de oficio, todo es peor. Porque por una defensa penal se cobran unos 270 euros brutos y "si se acumulan dos o tres suspensiones acabas perdiendo dinero".
La mañana va pasando y el trajín desciende en la plaza por donde salen los usuarios y profesionales con asuntos pendientes. Paramos a un hombre que nos explica que no ha tenido ningún problema, porque él venía de una funeraria a pedir una licencia: "Estas cosas sí se hacen, hombre", nos responde con una sonrisa.
Porque sí, hay servicios mínimos y procedimientos que no se paralizan bajo ningún concepto, como los que mantienen a alguien en prisión, las llamadas causas con preso.
Otro abogado que sale nos cuenta que le han suspendido una causa por un juicio de hurto leve, pero no se le ve afectado: "Es lo que hay y están en su derecho", dice. Otros ya relajados se encienden un cigarrillo y charlan con nosotros. Preguntan más que contestan, pero nos explican que sí están teniendo retrasos y que en estos días les han pasado cosas como ir a ver unos autos y que, pese a estar allí, no han podido verlos porque no estaba el Letrado de la Administración de Justicia, una pieza fundamental, que estos días está dejando notar su ausencia y que están dejando la Justicia a medio gas en sedes como la de Plaza de Castilla.