Alberche dejará de ser "del Caudillo": el primer pueblo que pierde el nombre franquista está en Toledo
En octubre, siete municipios recibieron el requerimiento, pero sólo Alberche ha respondido
Es el primer pueblo que inicia los trámites para adaptarse a la Ley de Memoria Democrática
El pueblo donde veraneaba Aznar o el municipio donde murió Mola, entre los que están pendientes de cumplir la Ley de Memoria Democrática
Alberche del Caudillo ya ha iniciado los trámites para perder su apellido. Esta localidad de Toledo, de unos 1.800 habitantes y dependiente de Calera y Chozas, es la primera que empieza los trámites para cambiar su denominación y pasar a llamarse, simplemente, Alberche.
En octubre, el ayuntamiento recibió un requerimiento del abogado Eduardo Ranz en el que instaba a ese cambio nominal para cumplir con la entonces recién estrenada Ley de Memoria Democrática.
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Cuatro meses después, el Ayuntamiento ha comunicado al letrado que ya se ha puesto en marcha para modificar su topónimo, un procedimiento que tiene un plazo de tres meses para ser cumplido.
La localidad toledana es la primera que se pone manos a la obra, tras recibir la petición que también llegó a otros seis municipios que aún mantenían nombres relacionados con la dictadura. En la misiva, les recordaba que la Ley de Memoria Democrática prevé sanciones para estos casos de entre 2.001 y 10.000 euros.
El letrado explica a NIUS que ninguno de los otros municipios ha dictado resolución, y que además se les ha acabado el plazo. Eso crea, a su juicio "base para judicializar" contra ellos, algo que no descarta en absoluto.
Quintanilla de Onésimo
Entre esos municipios, está Quintanilla de Onésimo, el lugar donde José María Aznar pasó días de descanso y donde se fotografió jugando al dominó con algunos vecinos. Su nombre del régimen dictatorial se debe a que es la localidad donde nació Onésimo Redondo, fundador de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista).
También está Alcocero de Mola, en Burgos, donde se estrelló el avión del general golpista Eduardo Mola y donde se le homenajeó, no sólo con el nombre, sino con un monolito, de unos 20 metros de altura, escenario de múltiples homenajes durante décadas y que aún sigue en pie.
Los otros pueblos eran Villafranco del Guadiana, en Badajoz; San Leonardo de Yagüe (Soria); y Villafranco del Guadalhorce (Málaga). Nius se puso en contacto con alguno de estos ayuntamientos cuando recibieron la carta, y la mayoría de ellos estaban estudiando la misiva recibida.