En la víspera de un nuevo cruce de mandobles con el presidente del Gobierno en el Senado, el líder del PP reunía ayer a sus barones regionales bajo el apabullante lema 'Ganar sí o sí' en letras gigantes. En ello están en Génova. En rearmar al partido para ganar primero la meta volante de las elecciones autonómicas y municipales para después alzarse con el premio gordo de La Moncloa. La prioridad es "ensanchar" el Partido Popular a derecha e izquierda y crecer todo lo que se pueda por el centro y ahí entra en juego la pieza de caza mayor Begoña Villacís.

La vicealcaldesa de Madrid se reunió el lunes pasado con el número tres de los populares, Elías Bendodo, en una cafetería cerca de Génova a la vista de todo el mundo. El viernes dijo que no descartaba convertirse en una corriente interna dentro del PP. Durante el fin de semana trató de matizar sus palabras sin aclarar su futuro. A partir de ahí conmoción en las filas de Ciudadanos y confusión general.

La dirección nacional del partido ambiciona reclutar no sólo a Villacis. También quieren atraer a Inés Arrimadas en un "movimiento más amplio" con el objetivo de que Ciudadanos no se presente en las municipales de Madrid pero tampoco en las autonómicas de Valencia y Aragón. Las encuestas señalan que las presidencias de la Generalitat Valenciana y de Aragón se decidirán por un estrecho margen. En Génova calculan que si Ciudadanos concurre a esos comicios con su propia papeleta los votos que obtenga no serán suficientes para sacar ningún escaño naranja pero en cambio sí penalizarían al PP. Eso podría desbaratar el sueño de recuperar unas plazas que consideran clave para asestar un duro golpe a Pedro Sánchez del que creen le costaría recuperarse.

Lo mismo ocurre con el ayuntamiento de Madrid. El alcalde José Luis Martínez-Almeida calcula que la marca naranja sólo obtendrá 70.000 votos en las elecciones municipales de Madrid. En cualquier caso muy por debajo del 5% necesario para obtener representación. Hay encuestas que reflejan que el desplome de Ciudadanos dejaría a la izquierda a un sólo concejal de poder gobernar la capital así que la incomparecencia de Begoña Villacís podría suponer amarrar la alcaldía para el PP.

A pesar de que ni Arrimadas ni Villacís están ya en la dirección de Ciudadanos tras su proceso de renovación de hace un par de semanas, en Génova consideran que aún conservan "autoridad moral" dentro del partido. La suficiente como para "arrastrarlos" definitivamente hasta las filas populares. "Ellas dos tienen la capacidad de llevar la marca hacia esa posible integración", admiten desde la dirección nacional del PP. Se trataría de que Arrimadas abriera la veda para que "en cada territorio los candidatos de Ciudadanos pudieran elegir ir con el PP". Tal y como ha pedido Villacís

Recuerdan que hace dos años Feijóo intentó una jugada parecida en las autonómicas gallegas. Propuso a Arrimadas integrar a algunos miembros de C's en sus listas aunque no en puestos de salida y renunciando a sus siglas. Ella se negó. Ciudadanos se quedó fuera del Parlamento gallego y Feijóo se hizo con su cuarta mayoría absoluta.

La actual cúpula naranja intenta blindarse ante la ofensiva de los populares. Su flamante portavoz nacional Patricia Guasp ayer quiso dejar claro a la vicealcaldesa de Madrid que el partido concurrirá en solitario a las elecciones municipales del mes de mayo, por lo que no cabe plantearse una alianza preelectoral de ningún tipo con el PP. Eso mientras atornillaban a Villacís y le daban una semana para decidir su futuro político. O encabezar la papeleta naranja o irse con el PP. Ese es el ultimátum.

Alberto Núñez Feijóo lleva semanas abriendo las puertas del partido al "talento" naranja pero en su círculo más estrecho admiten que en ningún caso se impondrá el nombre de Villacis en las listas de Madrid el 28M porque eso es cosa de la presidenta regional. Y resulta que Isabel Díaz Ayuso no está por la labor. Ayer a la entrada de Génova la baronesa madrileña hacía valer sus galones y cerraba la puerta a Villacís. "Lo mejor Ciudadanos ya se vino conmigo" dijo en una especie de versión libre del clásico de Julio Iglesias con aquello de "lo mejor de tu vida me lo he llevado yo". Por si no quedaba claro su número dos, Enrique Ossorio, zanjaba el asunto: "Aquí en la Comunidad, en el PP de Madrid no tenemos previsto esta incorporación. Me imagino que de lo que se está hablando es de una incorporación en el nivel nacional", insistía.

Génova deja en manos de Ayuso y del resto de barones autonómicos la confección de las listas autonómicas y municipales din injerencias pero advierten que los nombres que acompañarán a Feijóo en el Congreso y el Senado serán cosa suya. Será él quien decida quien le acompañarán en las generales. Ahora el dirigente popular tiene que lidiar con el grupo parlamentario que le dejó en herencia Pablo Casado pero cuando llegue el momento el gallego hará valer su autoridad para conformar su futuro equipo. Ahí sí podría encajar la pieza Villacís. Diputada, senadora o algún otro cargo en caso de que el PP gane las elecciones y logre gobernar. "Villacís tiene talento y puede aportar a la política", señalan. Una opinión compartida en público por muchos barones del partido. Otra cosa es en privado porque hay dirigentes territoriales con mando en plaza que escarmentados de su mala experiencia pasada con los naranjas consideran que Villacís "no aporta ni talento ni gestión".

En lo que todos están de acuerdo es que la fórmula para integrar a Begoña Villacís no pasa por convertirla en una corriente interna dentro del PP como ella pretende. "Aquí no se viene a fragmentar el Partido Popular. Aquí corrientes internas no queremos", aseguran rotundos desde el círculos más estrecho de Feijóo.