Los fiscales del Tribunal Supremo que llevaron la acusación en el juicio del procés ya han contestado al auto del juez Llarena, que retiró la acusación de sedición sobre Carles Puigdemont y la dejó en desobediencia tras la derogación de la sedición y la rebaja de la malversación. A diferencia del juez Llarena, la Fiscalía sí considera que pueden quedar condenados por un delito de desórdenes públicos agravados.
En lo que parecen coincidir los fiscales con el magistrado Llarena es en que el delito de malversación cometido es el agravado, y en que no se pueden reducir penas por ese delito en base a la reforma aprobada por el Gobierno.
En este caso, el recurso se refiere a la situación de Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí, todos fugados y con órdenes de busca y captura nacionales. Pero el Supremo también tiene que decidir sobre los condenados. Los fiscales aún no se han pronunciado en esa parte del caso, pero todo indica que seguirán la misma línea.
Si la tesis de la Fiscalía se impone y el tribunal que preside Manuel Marchena mantiene condenas por malversación y considera que hubo desórdenes públicos agravados, el líder de ERC, Oriol Junqueras, seguirá estando inhabilitado por un tiempo largo y no podrá presentarse a las próximas elecciones.
Además de la Fiscalía, las defensas ya han empezado a mover ficha. Por la parte de los fugados, Clara Ponsatí, que comparte abogado con Carles Puigdemont y Toni Comín, ha pedido al juez que retire su acusación y su orden de detención por desobediencia, ya que le recuerda que es un delito por el que nunca se la ha perseguido y que estaría prescrito, por lo que no se le puede atribuir.
Su abogado, Gonzalo Boye, está ultimando los escritos de los otros dos eurodiputados, que a diferencia de Ponsatí, tienen órdenes de detención y entrega por malversación, además de por desobediencia.
En cuanto a los condenados, fuentes de la defensa de Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez, han confirmado a NIUS que no van a presentar ningún escrito porque, a su juicio, lo que ha escrito el juez Llarena está consensuado con el tribunal que celebró el juicio y la decisión está tomada.
Tampoco presentará nada Jordi Cuixart, ni lo hará Joaquim Forn.
En cambio, la defensa de Oriol Junqueras sigue adelante en su idea de recurrir y pedir que se absuelva totalmente al exvicepresidente de la Generalitat.