La política española está ya en campaña. Esta semana los grandes partidos han elegido a sus equipos, las estrategias electorales están marcadas y los candidatos decididos. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se implicarán al máximo con una presencia continua en todos los territorios. El presidente empieza hoy en Sevilla, el líder del PP en Zaragoza. Saben que las municipales y autonómicas del 28 de mayo son esenciales para cuando llegue en diciembre la gran batalla de las generales.
Serán el termómetro de la fuerza electoral de PSOE y PP. Los dos partidos no renuncian a ninguna plaza. Hay más de 8.000 municipios en España, pero el foco está puesto en las grandes capitales de provincia. Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza, las ciudades más pobladas, son el principal objetivo porque concentran la mayor parte del voto. En varias, la alcaldía dependerá de los pactos posteriores porque los resultados de los bloques se prevén muy ajustados. Los acuerdos tras el 28M serán determinantes para formar los gobiernos municipales.
El último CIS municipal, realizado en octubre, daba la victoria global al PSOE con una ventaja de 6 puntos sobre el PP. La estimación de voto de Sánchez en el resto de encuestas privadas está muy por debajo de la de Feijóo. Un dato importante es que el 53,3% de los encuestados dijo que votaría en las municipales en función del candidato más que de las siglas de partido. En 2019 el PSOE ganó las municipales con más de 6.600.000 votos frente a los 5.000.000 que consiguió el PP. Estas son las claves políticas en las cinco ciudades.
La visibilidad política de la capital de España la convierte en la joya de la corona que ahora ostenta el PP y es la gran deuda pendiente para el PSOE. Los socialistas no gobiernan en el Ayuntamiento de Madrid desde 1989. Tras numerosos experimentos fallidos ha designado a la ministra de Industria, Reyes Maroto, como candidata. Es la apuesta de Sánchez a pesar de que es una gran desconocida para el gran público y tendrá que sustituirla en el Consejo de Ministros al igual que Carolina Darias, ministra de Sanidad, que competirá también por la alcaldía de Las Palmas de Gran Canarias.
El PSOE espera dar la sorpresa en Madrid y contempla que la izquierda pueda gobernar porque ve síntomas de desgaste en el alcalde del PP, José Luis Martínez-Almeida. Las últimas encuestas reflejan que los populares ganarán pero que el bloque de la izquierda (Más Madrid, Podemos y el PSOE) podría acercarse al de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox).
En 2019 ganó Manuela Carmena, pero un acuerdo de coalición entre el PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox hizo alcalde a Almeida. Los socialistas con el exseleccionador nacional de baloncesto Pepu Hernández obtuvieron los perores resultados de su historia y pasaron a ser cuarta fuerza.
Los socialistas han marcado Barcelona como su principal meta. Ganar en la capital catalana es estratégico y sería un espaldarazo a la política de Pedro Sánchez en Cataluña. El PSC con Jaume Collboni, actual vicealcalde, tiene aspiraciones de ser la fuerza más votada aunque la alcaldesa Ada Colau, de Barcelona en Comú, se mantiene fuerte y confía en revalidar su cargo.
Los sondeos más recientes dibujan un escenario muy ajustado, casi de empate entre varios partidos. Collboni tiene una ligera ventaja respecto a Colau, Xavier Trias -que ya fue alcalde y ha impulsado la candidatura de Junts per Catalunya- y Ernest Maragall, el cabeza de lista de ERC que ganó en votos en las anteriores elecciones pero se quedó en la oposición porque Colau pactó con el PSC.
Valencia, ciudad y comunidad, será una de las contiendas más importantes del 28 de mayo. El PP confía arrebatarle al socialista Ximo Puig la presidencia de una comunidad fundamental para el resultado global de las generales. En la capital gobierna desde 2019 Joan Ribó, de Compromís, en coalición con los socialistas valencianos.
Un estudio sobre intención de voto realizado por el Ayuntamiento hace tan solo unas semanas augura que el PP, con María José Catalá como candidata, ganaría las elecciones pero la izquierda podría gobernar con la socialista Sandra Gómez como alcaldesa. El PSOE subiría en intención de voto y superaría a Compromís que está a la baja tras la crisis por la salida de Mónica Oltra. Ribó también acusa en el sondeo el desgaste de la acción de gobierno en la alcaldía.
La capital andaluza es el principal bastión del PSOE, la localidad más grande donde gobierna. Perder Sevilla sería un desastre para el PSOE que ya sufrió en 2022 el batacazo en las autonómicas donde el PP le arrebató la presidencia de la Junta de Andalucía. Mantener la ciudad se ha convertido en objetivo prioritario y los socialistas se van a volcar. El candidato es el actual alcalde Antonio Muñoz, que sustituyó a Juan Espadas cuando este se enfrentó a Juanma Moreno por el gobierno andaluz.
Las encuestas que se han hecho públicas dan una ligera ventaja al PP y a su candidato José Luis Sanz. Unos sondeos que reflejan como el PSOE pierde fidelidad de sus votantes en su feudo más emblemático. Todo dependerá de las sumas posteriores, la del PSOE con Podemos o la del PP con Vox. Un vuelco electoral en Sevilla sería un triunfo para Alberto Núñez Feijóo.
El PP da por descontado que seguirán gobernando la quinta ciudad con más habitantes del país. El actual alcalde de Zaragoza, el popular Jorge Azcón, será el candidato a la presidencia de la comunidad de Aragón y se enfrentará al socialista Javier Lambán. Le sustituye como cabeza de lista Natalia Chueca, recién elegida para ese puesto. En cualquier caso está por ver si ese cambio de perfiles puede influir en las perspectivas electorales.
Los socialistas ganaron en 2019, pero un pacto del PP con Ciudadanos y el apoyo de Vox les impidió gobernar. Esa fórmula se puede repetir frente al bloque de izquierdas encabezado por la candidata socialista Lola Ranera.