La propuesta del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, más cerca de los antiabortistas que de la ciencia. Los médicos ponen en duda la utilidad científica de una ecografía entre las semanas 6 y 9, así como de la 4D.
El aborto y el protocolo para su realización está regulado en base a investigaciones científicas que respetan las normativas actuales de la Organización Mundial de la Salud para garantizar la mayor seguridad para la gestante.
En línea con eso, la Sociedad Española de Ginecología recomienda las ecografías en las semanas 12, 20 y 30 y no entre las 6 y 9, como propone Vox sin fundamento. Hacerlas, además, en 4D de manera generalizada resulta irrelevante y un gasto sanitario innecesario.
Las ecografías 4D solo están indicadas cuando hay alguna señal de alguna anomalía en la gestación, por lo que la propuesta del partido de ultraderecha en Castilla y León está alejado de las recomendaciones de los especialistas.
Desde el punto de vista ético son muchos los que opinan que la propuesta de la Junta de Castilla y León, desautorizada por el Partido Popular nacional tiene una finalidad, más bien, moral y coercitiva, porque limita la capacidad de decidir de la mujer embarazada.
El autoritario gobierno de Hungría tiene un protocolo similar a este propuesto por Vox en Castilla y León
De hecho son los sectores más conservadores los que están a favor de la propuesta: La Iglesia Católica así lo ha expresado y el portavoz de la Conferencia Episcopal, César García, ya hablaba de que lo que "existe en el seno de una mujer es una vida diferente. Hablar de derecho al propio cuerpo responde a una propuesta racional".