En sólo cinco años Ciudadanos ha pasado de tocar el cielo con una victoria histórica en las elecciones en Cataluña, casi 'sorpassar' al PP, llegar a ser tercera fuerza parlamentaria y hasta haber podido entrar en el Gobierno de Pedro Sánchez, a perder gobierno autonómico tras gobierno autonómico, desaparecer prácticamente de los parlamentos de Madrid, Andalucía y Castilla y León y cosechar un cero en todas las encuestas. El mayor caso de autodestrucción política que se recuerda en estos más de 40 años de democracia y que esta semana toca fondo con unas primarias suicidas.
Fracasados todos los intentos de construir una candidatura unitaria que no desangrara aún mas al partido, 7.500 afiliados naranjas (el 60% menos de quienes lo hicieron en las anteriores primarias de 2020) votan desde ayer y hasta esta tarde el futuro liderazgo de la formación entre tres candidaturas que se disputan los despojos de Ciudadanos.
La oficialista y favorita 'Renace tu partido' encabezada por Patricia Guasp y el eurodiputado Adrián Vázquez y avalada por Inés Arrimadas. 'Ciudadanos de nuevo', la lista liderada por Edmundo Bal, hasta hace nada fiel escudero de Arrimadas y ahora enfrentado a muerte a ella, y que cuenta con el respaldo mayoritario del grupo parlamentario aglutinando el voto crítico frente a la actual dirección. Y una tercera, 'La base del cambio', formada por militantes de base y con los que Bal ha intentado pactar hasta el último minuto sin conseguirlo.
Una votación que ha venido precedida de una campaña muy bronca, plagada de descalificaciones y reproches, que ha ahondado aún más en la división interna y que deja heridas casi imposibles de recoser para afrontar con unas mínimas garantías las próximas citas electorales y no desparecer definitivamente del tablero político.
La última encuesta de GAD3 para NIUS da a la formación liberal un 1% en estimación de voto y cero escaños. Los naranjas se asoman al abismo con unas primarias agónicas que amenazan con dejarles hechos trizas. Este fin de semana celebrarán una 'Asamblea de Refundación' donde tratarán de diseñar las bases para un nuevo Ciudadanos con opciones de no desaparecer del mapa político.
El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo sigue muy atento al traumático proceso orgánico de Ciudadanos. Sólo esperan a conocer quién se hace finalmente con el liderazgo naranja para lanzarse a por lo que queda del botín naranja. La candidatura patrocinada por Inés Arrimadas y Begoña Villacís es la favorita de los populares para iniciar ya la operación de absorción frente a la de Edmundo Bal que se ha erigido como "garantía" contra una integración en el PP y quiere explorar el camino más a su izquierda.
Obsesionado con la centralidad, Feijóo lleva semanas llamando a integrar "talento" de Ciudadanos en las filas del PP para apuntalar esa estrategia de ocupar el centro. Entre los nombres que circulan en todas las quinielas los de Villacís, Arrimadas o el economista Luis Garicano. En vísperas de las primarias el líder del PP redoblaba la presión. "Un partido vivo es un partido que debe abrir sus puertas. Por un lado, promoviendo a talento interior, pero también captando a gente que pueda aportar su experiencia profesional", decía 24 horas antes de que los militantes naranjas comenzaran a votar para elegir a su futuro líder.
Una oferta que ayer reiteraba su flamante portavoz de campaña. En el programa de AR de Telecinco Borja Sémper aseguraba que el Partido Popular es referencia de la "centralidad" en España y abría las puertas al "talento" de Ciudadanos pero también de otros partidos como el PSOE, donde hay gente "muy quemada y cansada".
Según ha podido saber NIUS, Fran Hervías, el que fuera todopoderoso secretario de Organización de Ciudadanos y fichado por Teodoro García Egea para darle la puntilla definitiva al partido liberal, elaboró un informe para la anterior dirección popular con una base de datos con el nombre de 200 dirigentes naranjas dispuestos a poner rumbo al PP. Con muchos de ellos se llegó a hablar. Algunos incluso se desplazaron hasta Génova, 13 para tratar su posible fichaje. "Chocamos con los intereses de nuestros presidentes autonómicos", reconoce un dirigente popular conocedor de aquellas conversaciones.
En consecuencia el PP de Casado se lanzó a reclutar en masa a cuadros de Ciudadanos (hasta 200 en una cifra sospechosamente coincidente con la de Hervías) en una maniobra para acabar con ellos. "Asumimos un coste por la refundación del centro derecha y organizarlo todo para comernos el espacio de Ciudadanos tras la moción de censura de Murcia que fue el detonante de todo", añade esa misma fuente.
Entre los nombres de la lista el del exvicepresidente andaluz, Juan Marín, fichado después por Juanma Moreno, la diputada catalana Lorena Roldán ahora en el Parlament bajo la marca PP, el alcalde de Badajoz, Ignacio Grajera, primer fichaje del PP de Feijóo para las elecciones municipales, el alcalde de Astillero que ahora medita recalar en la marca de la gaviota, o el diputado nacional Pablo Cambronero y la senadora navarra Ruth Goñi, que se pasaron al grupo mixto. "Gente muy buena. Estaba todo bastante trazado y organizado".
Ahora e PP de Feijóo asiste con el bol de palomitas a la autodestrucción de Ciudadanos. Aspira a engullir de un solo bocado el trozo pastel naranja sin compartirlo con nadie, salvo que la fórmula para hacerlo es distinta de la OPA hostil que puso en marcha la anterior dirección nacional. Desde el entorno de Feijóo se insiste en que no se ha puesto en marcha ninguna ‘operación Ciudadanos’ aprovechando la guerra fratricida entre Inés Arrimadas y su lugarteniente Edmundo Bal para hacerse con los despojos del partido naranja pero sí se hará un reclutamiento selectivo de "talento".