Sánchez activa la maquinaria electoral del PSOE y centra su estrategia en vender sus medidas sociales y económicas

Pedro Sánchez irá a por todas en la larga precampaña electoral para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. El presidente del Gobierno se va a implicar al máximo y va a estar presente en todos los territorios. Durante la primera reunión de la Ejecutiva socialista de este año marcó la estrategia de su partido: vender la acción del Gobierno, especialmente las medidas sociales y económicas, para movilizar a su electorado y detener el trasvase de votos al PP que según algunas encuestas es de más del 7%. El sondeo de GAD3 para NIUS otorga a Feijóo 144 escaños con una distancia de 7 puntos sobre el PSOE.

Los socialistas han puesto en marcha la maquinaria electoral con el objetivo de seguir siendo la primera fuerza política sin renunciar a ninguna plaza. "Vamos a por todas, vamos a por todas las plazas, a por todas las ciudades, a por todos los municipios. Somos un partido ganador", sentenció la portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, tras el mensaje de Sánchez a la dirección.

Los síntomas de desgaste de los tres años del Gobierno de coalición se reflejan en todos los sondeos, especialmente tras las últimas polémicas judiciales como la supresión del delito de sedición, la rebaja de la malversación o la crisis institucional por la renovación del Tribunal Constitucional que están lastrando la estimación de voto, pero en Ferraz defienden que salen a jugar "en plena forma" y confían en que hay partido.

Precisamente fuentes socialistas admiten que el malestar y la intranquilidad que han podido generar esos asuntos al igual que la aplicación de la ley del 'solo sí es sí' con un goteo continuo de rebajas de penas a los agresores sexuales ha podido contribuir a una mayor desmovilización del electorado progresista. "Se castiga más al que gobierna", sostienen esas fuentes que en cualquier caso esperan que el ruido acabe diluyéndose y el impacto en las urnas sea escaso.

La reflexión que hace la dirección del PSOE es que hay tiempo para darle la vuelta a las encuestas. En Ferraz reconocen que los votantes del PP siempre están hipermovilizados mientras que muchos de los suyos se mueven en el terreno de la indecisión y la abstención. Respecto a los sondeos prefieren quedarse con que los mismos estudios demoscópicos que dan como ganador al PP también señalan que el PSOE obtiene mejores notas en voto directo, recuerdo de voto o simpatía.

El órgano encargado de diseñar y coordinar la estrategia del partido hasta la cita electoral, el Comité Electoral, ya está designado con Santos Cerdán como coordinador general de la campaña y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como responsable de la estrategia. El extremeño Guillermo Fernández Vara coordinará las candidaturas autonómicas.

Los socialistas aseguran que no renuncian a ningún territorio aunque las cosas pueden complicarse en comunidades donde ahora tienen el poder como Extremadura, Navarra o la Comunidad Valenciana. Es en las grandes ciudades donde quieren poner toda la carne en el asador con un gran reto en el horizonte: ser el partido más votado en Barcelona y que su candidato Jaume Collboni pueda ser alcalde. Sería un espaldarazo para los socialistas que presentarían esa plaza como el gran triunfo del 28M.

Hay otras ciudades clave que el PSOE espera mantener como Sevilla, la alcaldía más importante donde gobierna, o Valladolid. En las dos capitales estará Sánchez este sábado y el que viene. En la agenda trazada también hay previsto un Comité Federal para finales de marzo y una Convención Municipal en abril.

No está previsto un cónclave similar autonómico con los barones territoriales con el argumento de que en el caso de las autonómicas son los propios territorios los que deben decidir si organizan algún evento de ese tipo que en cualquier caso tendría "el apoyo" de Ferraz.

En los últimos tiempos los barones más críticos con los pactos de Sánchez con los independentistas, el presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page o el de Aragón Javier Lambán, han alzado la voz con más dureza contra algunas decisiones como la eliminación de la sedición o la modificación de la malversación. A eso se une que el valenciano Ximo Puig también ha plantado cara al Ejecutivo por sus planes de recortar el trasvase Tajo-Segura o que el líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, se ha salido del guion de Moncloa sobre política fiscal y ha propuesto una rebaja del tramo autonómico del IRPF y que no se grave patrimonio ni sucesiones.

Sánchez, todos los ministros y cargos del partido saldrán a la calle y se dedicarán a desplegar las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno para hacer frente a la crisis y a trasladar el mensaje de que el Ejecutivo seguirá volcado en "proteger" a la mayoría social del país.

En ese sentido pondrán en marcha una nueva campaña para promocionar las medidas del último paquete anticrisis aprobadas a final de año y que van desde la subida de las pensiones, la bajada del IVA de los alimentos básicos, la reducción de los impuestos de la electricidad y el gas, la limitación de la subida del precio de los alquileres o el cheque de 200 euros para los hogares con unos ingresos menores de 27.000 euros anuales.

Los dirigentes socialistas esgrimirán sus "soluciones" basadas en la justicia social frente a las políticas que hizo el PP en la anterior crisis económica. "Concurrimos a las elecciones con una amplia hoja de servicios", enfatizó Pilar Alegría que avisa a los populares de que los meses que vienen por delante se les van a hacer muy largos.

En Ferraz reprochan a Feijóo que creía que las elecciones iban a ser un "paseo militar" pero ni el "otoño oscuro" que presagiaba el PP ha llegado, ni la economía española está en recesión ni el empleo se ha visto resentido. Es más, en el PSOE sacan pecho de que España es el país con la inflación más baja de los países de la eurozona y los últimos datos de empleo no se conocían desde hace 15 años.

Los socialistas aspiran a ser la primera fuerza pero son conscientes de que necesitarán a otros partidos para poder gobernar. Entre ellos, a su actual socio de Gobierno, Unidas Podemos, que está inmerso en un profundo y complejo debate interno sobre cómo se va a presentar a las generales por la indefinición del proyecto de Yolanda Díaz que no ha aclarado el papel de los morados en Sumar. En el PSOE saben que la suerte de ese espacio es vital para sus aspiraciones y hace un llamamiento a la importancia de la "unidad" en los partidos de la izquierda.