Génova lleva meses engrasando la maquinaria electoral y a 145 días de las elecciones autonómicas y municipales han apretado el botón de arranque. Ya tienen director de campaña: el hombre detrás del ‘milagro’ de la mayoría absoluta en Andalucía y actual número tres del PP, Elías Bendodo; un eslogan con tufillo preelectoral: “A la altura de un gran país” y otro más de consumo interno con el que movilizar al partido: “El camino no es fácil, pero siempre merece la pena”. Eso además de un amplio catálogo de reproches con los que asediar a Pedro Sánchez hasta final de año.
Con la economía como principal arietes, si la debacle que los populares pronostican todos los días no termina de llegar, ahí están los pactos con los independentistas, la sedición y la malversación, la ley del ‘sólo sí es sí’ o cuanto charco se meta un Gobierno de coalición que no es precisamente un remanso de paz y armonía.
Todo con el objetivo de replicar el ‘efecto Andalucía’ el 28 de mayo y teñir de azul el mapa político del país. “Se trata de repetir ese modelo. El objetivo es extender el éxito de Andalucía al conjunto de España y la primera parada son las elecciones municipales y autonómicas”, reconoce Bendodo. Un hombre “esencial” en la victoria histórica de Juanma Moreno y que “conoce en profundidad la realidad de cada territorio” en palabras de su jefe Alberto Núñez Feijóo. No en vano durante meses se ha pateado junto a Miguel Tellado -la mano derecha de Feijóo- todas las organizaciones territoriales, pacificando el partido tras la etapa convulsa de Pablo Casado y “construyendo la alternativa” con la vista puesta en las municipales yautonómicas.
En diez días el Partido Popular presentará por todo lo alto a sus candidatos autonómicos en Zaragoza y después lo harán con los alcaldes en un acto en Madrid. La elección de ambas plazas no es casual. Génova sueña con recuperar Aragón y no puede permitirse que José Luis Martínez-Almeida no repita como alcalde de Madrid. Sin presupuestos, alguna encuesta señala que podría haber vuelco en la joya de la corona a favor de la izquierda.
En la estrategia diseñada por el PP de Feijóo la prioridad número uno es reconquistar la Generalitat Valenciana para coger impulso y alcanzar La Moncloa. "Si se gana bien Valencia se gana España", reconocen. Tienen claro que sin una victoria que les permita gobernar en esa comunidad es muy complicado después ganar las elecciones generales.
Esta es la razón por la que Elías Bendodo, ejerciendo ya plenamente de director de campaña del 28M, ha ido con todo directo a la yugular del presidente valenciano Ximo Puig jugando la carta de la corrupción.
Desde Málaga ha aireado "indicios de financiación ilegal" en el PSPV por el caso 'Azud' (una trama de corrupción en Valencia que ha terminado salpicando al PSOE por supuesta financiación irregular de las campañas electorales socialistas de 2007 y 2008). Bendodo ha llegado a compararlo con el caso de los ERE de Andalucía. "El PSOE de Andalucía empezó así y ha terminado con medio gobierno en la cárcel. Pido a los valencianos que pongan pie en pared y que frenen al socialismo”, martilleaba.
Génova planteado las elecciones del 28 de mayo como un plebiscito que aglutine a los socialistas críticos con el "radicalismo" de Sánchez , y ha fijado como modelo a seguir la campaña de las andaluzas que diseñó Bendodo. Entonces Juanma Moreno le robó al PSOE 180.000 votos. Ahora Feijóo aspira a que 800.000 votantes socialistas cambien de papeleta y para eso seguirá apelando a lo que ellos llaman el PSOE ‘verdadero’.
Uno de sus principales referentes, el histórico sindicalista de UGT Nicolás Redondo, fallecía ayer y toda la cúpula del Partido Popular empezando por Alberto Núñez Feijóo, se volcaba en reivindicar su figura. “Referente en la defensa de la libertad, de los derechos de los trabajadores y de la democracia, que representó un papel clave en el socialismo durante la Transición”, señalaba Feijóo. “Supo hacer frente al nacionalismo separatista, como su amigo Múgica o su propio hijo”, añadía después la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.