Los populares apenas si disimulan su satisfacción después de que el Tribunal del Constitucional haya señalado falta a Pedro Sánchez y mandado parar el partido. Se sienten como Argentina después de meterle el penalti decisivo a la selección de Francia. “Le hemos colado un gol al Gobierno”, dicen con una sonrisa en la boca. Presumen hasta de haber conseguido un ‘hat trick’. “Hemos derrotado al PSOE, tensionado a Podemos y demostrado a Abascal y a Arrimadas que se puede ganar por otras vías”, aunque de cara a la galería eviten echar las campanas al vuelo.
“Todo este ruido viene mal a nuestra estrategia de moderación”, admite un miembro de la dirección nacional aterrizando la euforia. ‘Moderación’ es la palabra fetiche con la que se envuelve su jefe Alberto Núñez Feijóo en todas y cada una de sus últimas apariciones públicas, bajando de forma calculada el tono para ensanchar su base electoral. Ayer mismo Feijóo pedía rebajar la escalada verbal. "¡Basta ya de hablar de golpe de estado", decía. Con ese espíritu se enfrentará hoy a Pedro Sánchez en un nuevo cara a cara en el Senado en un intento de "desinflamar" la situación.
Aun así en Génova no bajan la guardia y permanecen atentos a los próximos pasos del presidente del Gobierno anunciados pero no concretados. “Ellos van a intentarlo todo”, recelan. Su propio jefe Alberto Núñez Feijóo admitía ayer en una declaración ante los medios de comunicación en Génova que “se temía lo peor”. Un Feijóo crecido por la victoria que ofrecía a Sánchez dos “salidas” imposibles a esta crisis institucional sin precedentes. O tipificar el delito de referéndum ilegal y renunciar a derogar la sedición y rebajar la malversación o celebración de elecciones anticipadas.
El líder de los populares ha vuelto a la casilla de salida y ha endurecido las condiciones para renovar el Poder Judicial respecto a noviembre cuando por última vez se sentó con Pedro Sánchez en Moncloa para intentar superar el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional antes de que las negociaciones saltaran por los aires. Si entonces la línea roja era que “los jueces elijan a los jueces” y se avenían incluso a que un CGPJ renovado con la actual ley determinara el nuevo sistema de elección de los magistrados, ahora Génova exige una rendición total al Ejecutivo.
“Le pido al presidente Sánchez que renuncie a modificar el Código Penal a toda prisa. Y le ofrezco que lo haga cumpliendo lo que les prometió a los españoles como candidato: que tipifique el referéndum ilegal, mantenga el delito de sedición y las penas por malversación”. Esto es, una autoenmienda a todo lo que ha venido haciendo Pedro Sánchez en el último mes. Tanto es así que en 48 horas el Senado dará luz verde a los cambios en el Código Penal. Una “escalada de cesiones al independentismo” en palabras del gallego.
A pesar de esta “victoria jurídica incontestable” los populares en principio no se plantean recurrir el procedimiento de urgencia con el que el Gobierno pretende meter el acelerador para desbloquear el Constitucional y el CGPJ porque aunque sea “irregular” admiten que “no es ilegal”. Es más, lo ven como una oportunidad para seguir atizando al Gobierno de Pedro Sánchez.
“Retorcer el calendario nos da mucha munición política. Si consiguen que enero sea un mes hábil (como quiere Moncloa) para darle gustazo a ERC es una victoria parlamentaria más”, afirman desde el entorno de Feijóo.
En Génova creen que la decisión del Constitucional avala su estrategia frente a la moción de censura con que presionan Vox y Ciudadanos y que está de antemano perdida porque no dan los números.
“Hemos ganado a Sánchez y a alguno más. Vox en esto ha perdido y nosotros ganado. Hemos demostrado que se puede ganar con inteligencia política y no con visceralidad”, señalan desde el núcleo duro del gallego.
Pero a un Vox descolocado por los acontecimientos no le queda más remedio que seguir adelante con una moción de censura para la que todavía no han encontrado un candidato que la lidere. Eso y elevar la apuesta. Santiago Abascal anunciaba ayer una querella criminal contra Sánchez en el Supremo “por conspiración para delinquir”. Algo que no impresiona lo más mínimo a Génova. "Feijóo ha dejado fuera de juego a Abascal", aseguraba ufano un senador popular desde los pasillos de la Cámara Alta.
Hasta Macarena Olona se apunta a caballo ganador y compra el argumentario del PP. “Anuncios de querellas. Sin recorrido ninguno. Que emocionarán a los más hooligans y solo contribuirán a una escalada de la tensión institucional. Cuanto peor, mejor. Serenidad”, criticaba desde su cuenta de Twitter haciendo suyo el nuevo mantra del Partido Popular. “Serenidad” y contención .