El Gobierno ha asegurado que, por lealtad institucional, hay que acatar la decisión del Tribunal Constitucional que paraliza la tramitación parlamentaria de la reforma judicial pese a considerar que es "de una gravedad máxima" y afecta a los fundamentos de la separación de poderes. La decisión, inédita, ya ha suscitado todo tipo de valoraciones a favor y en contra, y que, en cualquier caso, ya ha sido acatada por el Congreso y por el Senado.
Así se ha expresado en nombre del Ejecutivo el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa tras conocer esa decisión del Tribunal Constitucional mediante un procedimiento que ha calificado de "insólito".
Tras enfatizar que por seis votos a cinco este tribunal ha paralizado una ley en la sede de la soberanía nacional, ha insistido en la lealtad del Gobierno con otras instituciones."La resolución del Tribunal Constitucional debe acatarse pese a que no compartimos ni el insólito procedimiento seguido, ni el fondo de la decisión nunca antes visto en las Cortes Generales", ha añadido.
A juicio del Gobierno se trata de una decisión de "una gravedad máxima", la más grave adoptada por el Tribunal Constitucional "en un tiempo inusualmente breve y con la mayoría más exigua".
Esa gravedad ha dicho Bolaños que se fundamenta en que ha detenido la acción legislativa de los representantes legítimos del pueblo español, algo que nunca había sucedido, y afecta a los fundamentos de la separación de poderes.
Tras afirmar que la ley no confiere al TC la posibilidad de paralizar la actuación de las Cortes Generales, ha subrayado que este tribunal ha paralizado también su propia renovación y "algunos magistrados, con su voto, han decidido su propio futuro".
Felix Bolaños ha recalcado que este no es un debate entre partidos o instituciones, sino entre quienes cumplen la Constitución y los que no lo hacen.
Además, ha señalado que todo el mundo imagina las razones por las que el PP mantiene el bloqueo del CGPJ y el TC, y que el principal partido de la oposición quiere controlar el Parlamento tanto cuando es mayoría como cuando no lo es y decidir qué se aprueba y que no.
"Hoy, lamentablemente se ha abierto esa puerta y no sabemos adónde nos conducirá", ha advertido antes de resaltar que el Gobierno comprende y comparte la preocupación que pueden tener los ciudadanos ante esta situación y por eso les transmite un mensaje de tranquilidad.
Así, ha garantizado que "frente a los que han decidido rebasar todos los límites, el Gobierno seguirá actuando siempre en el marco de la ley y de la Constitución" preservando la democracia.