“España es un país de asilo para cualquiera que llama a nuestras puertas, pero no puede permitir que nadie quiera derribarlas”. Así ha defendido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la labor de la Guardia Civil tras el intento de asalto a Melilla en el que fallecieron 23 inmigrantes. Desde el suceso, ocurrido el pasado mes de junio, el ministro ha sido señalado en varias ocasiones, tanto por la oposición como por varias investigaciones periodísticas, tras negar la existencia de fallecidos en suelo español. Algo que Grande-Marlaska ha reiterado hoy en el Congreso de los Diputados.
En su intervención en la Cámara Baja, el ministro ha insistido en que ser trató de una avalancha violenta que sumaba más de 1.700 personas coordinadas en dos grupos. “España es un país de asilo [...] somos el primer país de la UE en peticiones de asilo. Salvamos vidas en el mar [...] Lo que un país no puede aceptar es un ataque violento a sus fronteras. "No estamos ante un tema de un ejercicio de derecho de asilo, es un ataque violento, sin perjuicio de empatizar con las causas subyacentes”, ha mantenido el miembro del Gobierno de Pedro Sánchez.
De la misma forma Grande-Marlaska ha defendido la “actuación absolutamente rigurosa y proporcional” de la Guardia Civil, por la que los agentes cumplieron según su versión y en todo momento con los tratados y la legislación internacional sobre los Derechos Humanos. En su intervención, el ministro ha mantenido que las fronteras entre Marruecos y España "están claras" y se centran en la soberanía que ejerce cada uno de los estados, por encima de las "lindes entre particulares", en una clara referencia a que todas las instalaciones de la frontera del barrio chino de Melilla, la zona que sufrió el asalto, están bajo titularidad española pese a que algunas franjas sean controladas por Marruecos.
"Los límites entre los dos países están claros"
Marlaska ha acusado a la oposición de "mentir" y ha reiterado que la actuación respetó "la normativa internacional de derechos humanos y confirmando la inexistencia de personas especialmente vulnerables en ese grupo. Es decir: se cumplió escrupulosamente con la legalidad. Es falso e irresponsable decir que las personas que querían acceder a España lo hicieron ante la imposibilidad de pedir asilo", ha explicado el responsable del PSOE. "La frontera no es el lugar para pedir asilo y que no se justifica la violencia para pedirlo. Puedo empatizar con las causas subyacentes, pero evidentemente eso no puede hacer que se justifique ni directa ni indirectamente un ataque violento a las fronteras de un país con el fin de ejercitar un supuesto derecho”.
Después, el ministro ha acusado a la oposición de "mentir", ha señalado que los diputados solo vieron un tercio de las imágenes que aportó la Guardia Civil para conocer su actividad de aquellos días y ha acusado a algunos medios y políticos de "manipular" y lanzar "conjeturas". "Los límites entre los países están meridianamente clara", ha reiterado Marlaska, citando jurisprudencia de la Audiencia Nacional. "Me van a tener a mi enfrente y a todo el ministerio del Interior. Como irresponsabilidad es afirmar que no se dio atención sanitaria a los inmigrantes que lo precisaron”. ha reiterado el ministro, alegando que 134 personas fueron ingresadas ese día en el CETI después de acceder a España y 11 de ellos fueron atendidos en el Hospital Comarcal de Melilla, además de un migrante que tuvo que ser trasladado a la península para ser operado de la mandíbula.