La ley trans ha sido un foco de tensión permanente en el Gobierno de coalición y amenaza con convertirse en el gran desacuerdo entre PSOE y Podemos si nadie se mueve de sus posiciones. Ahora mismo parecen inamovibles, los socialistas ponen por encima de todo que el texto tenga más "seguridad jurídica" y la ministra Irene Montero denuncia que el PSOE pretende recortar derechos a las personas trans con la ayuda del PP.
Se trata de otra de las leyes estrella de la ministra de Igualdad que está siendo muy cuestionada estos días por su otro gran proyecto emblemático, la ley del 'solo sí es sí' cuya aplicación está provocando un goteo incesante de rebajas de penas a agresores sexuales. Algunas voces socialistas apelan a esa polémica para incidir en que la ley trans no puede tener "ningún punto débil" si como es previsible el PP y Vox la acaban recurriendo ante el Tribunal Constitucional.
Los socialistas quieren evitar que cale la idea de que algunas leyes que salen del Consejo de Ministros no tienen solidez jurídica. La ley trans se encuentra ahora mismo en tramitación parlamentaria pero el choque entre los dos partidos del Gobierno hace cada vez más difícil que pueda estar aprobada a final de año como pretende Igualdad.
Las tiranteces entre los socios se han disparado cuando Irene Montero reprochó este lunes al PSOE no querer llegar a un acuerdo con Podemos al mantener vivas sus enmiendas de cara a la ponencia. La ministra se declaraba "preocupada", en un momento "difícil" de la tramitación, por la posibilidad de que el PSOE y el PP pudiesen sumar sus votos para que "se produzcan recortes de derechos en la infancia trans".
Todo Podemos salía en tromba para denunciar lo mismo y mostrar su indignación. Desde la sede del partido morado se ha hecho un llamamiento al PSOE para que reflexione y se ha elevado el tono. "Sería preocupante, grave y lamentable que el PSOE se alíe con la derecha y con la ultraderecha para recortar derechos a las personas trans", se quejaba el portavoz de la formación, Pablo Fernández.
Pablo Echenique también atornillaba desde Twitter al PSOE acusándole de pretender sacar adelante el recorte en derechos LGTBI con el PP. "Lisa y llanamente", escribía el portavoz parlamentario.
Las enmiendas que el PSOE no piensa retirar limitan la autodeterminación de género, la piedra angular de la ley, en el caso de los menores. Ese concepto, poder cambiar de sexo en el Registro Civil con la mera voluntad y sin necesidad de ningún informe médico o psicológico, divide también al movimiento feminista y al propio PSOE.
Una facción que encabeza Carmen Calvo, las llamadas feministas clásicas, siempre se ha opuesto a ese término porque considera que la ley tal y como está redactada pone en peligro toda la legislación en materia de igualdad y contribuye al "borrado de las mujeres". Ya cuando era vicepresidenta del Gobierno Calvo expresó sus dudas y reclamó más garantías jurídicas.
El pasado 31 de octubre el PSOE presentó sus enmiendas parciales proponiendo un cambio sustancial al texto que había salido del Consejo de Ministros. Plantea que los menores de 12 a 16 años necesiten un aval judicial para poder cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil. El texto actual contempla ese requisito tan solo para los menores de 12 a 14 años.
Montero pidió a los socialistas que retirasen esas enmiendas porque tocaban "el corazón" de su ley y les acusó de incumplir sus compromisos. Ahora, una vez constatado que el PSOE sigue adelante, los morados elevan la presión y argumentan que la doctrina del Tribunal Constitucional fijó en su día como inconstitucional dejar fuera a los menores del derecho a decidir su libre identidad de género.
En el PSOE están molestos con la actitud Podemos y recuerdan a sus socios que ellos son la fuerza mayoritaria de la Cámara. Los socialistas no ceden y centrarán sus esfuerzos en blindar al máximo la ley para que tenga todas las garantías jurídicas ante los recursos al TC de la derecha. Fuentes del grupo parlamentario no dan por cerrado ningún proceso de negociación e insisten en que mantienen sus enmiendas "dentro de lo que todavía es el trabajo parlamentario de cualquier texto legislativo".
La ministra de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero, incidió en que "reforzar" la seguridad jurídica es una cuestión "imprescindible" y "fundamental". Los socialistas priorizan ante todo los intereses de los menores, "un colectivo muy sensible a proteger", señaló Montero y reivindican su legitimidad para presentar enmiendas a esa ley como a cualquier otro proyecto que se esté tramitando en el Congreso.
El PP de momento no revela sus cartas. Dicen que están abiertos a la negociación y hablan de mano tendida. Su coordinador general, Elías Bendodo, ha revelado que el PSOE no les ha llamado sobre este asunto y recomienda a Sánchez que mire más al principal partido de la oposición por el interés de España.
Recuerdan que ellos tienen presentadas sus propias enmiendas al texto y sugieren que habría que negociarlo todo. En cualquier caso, en Génova dudan de que Pedro Sánchez quiera hacerse ninguna foto con Feijóo.