Crónica de un distanciamiento: por qué se han alejado Iglesias y Díaz

  • La andanada de Iglesias contra Díaz reclamando "respeto" para Podemos eleva la tensión en el espacio confederal al máximo

  • La vicepresidenta no entra en la polémica mientras Podemos pone en duda que vaya a ser candidata para las generales

  • Las negociaciones sobre el CGPJ, la guerra de Ucrania y el aumento del presupuesto de Defensa han provocado roces entre Díaz y Podemos

En marzo de 2021 Pablo Iglesias nombró a dedo a Yolanda Díaz como su sucesora al frente de la vicepresidencia del Gobierno y la señaló como la futura candidata para liderar Unidas Podemos. Aquel día la calificó como la mejor ministra de Trabajo de la historia y fue más allá: "Yolanda Díaz puede ser la próxima presidenta del Gobierno de España".

Un año y ocho meses después el exlíder de Podemos ha lanzado toda una andanada contra la vicepresidenta, sin citarla expresamente, que revela el deterioro de su relación, la enorme distancia que les separa y el complejo proceso para armar un proyecto electoral a la izquierda del PSOE de cara a las próximas citas en las urnas.

La división en ese espacio es crucial para el resultado de la izquierda en las elecciones generales y para que Pedro Sánchez pueda sumar con otras formaciones progresistas si quiere tener opciones de conservar La Moncloa.

El encaje de Podemos en Sumar

Las incertidumbres que rodean el futuro de Sumar, la plataforma que lidera Yolanda Díaz, y la exigencia de Podemos de ser la "fuerza decisiva" en una futura candidatura han elevado la tensión al máximo y convierten a Unidas Podemos ahora mismo en una olla a presión.

Yolanda Díaz guarda silencio y no ha querido entrar en la polémica después de que Iglesias, retirado de la política pero marcando el paso, reclamase este fin de semana "respeto" para el partido morado y cuestionase la estrategia de la vicepresidenta de superar la dinámica de los partidos en su proyecto para dar prioridad a la sociedad civil.

El distanciamiento entre Díaz y la dirección de Podemos ha sido progresivo durante este tiempo. Más que diferencias ideológicas profundas se trata más bien de una lucha de poder y de la gestión política en asuntos clave. Díaz asumió un papel más institucional con un estilo propio cuando accedió a la vicepresidencia del Gobierno frente a las ministras Irene Montero e Ione Belarra o dirigentes como Pablo Echenique que, guiados por Iglesias, marcan el territorio del partido y defienden sus esencias.

Aunque todos reconocen que Díaz, que no forma parte de Podemos, es el mayor activo electoral de la izquierda en estos meses ha habido zancadillas, cuestionamientos públicos a su figura y focos de tensión permanente, los últimos las negociaciones para renovar el CGPJ, el envío de armas a Ucrania o el aumento del gasto militar comprometido por Pedro Sánchez ante la OTAN.

CGPJ, armas a Ucrania y el gasto militar

Yolanda Díaz y Enrique Santiago, de Izquierda Unida, llevaban personalmente la interlocución con el ala socialista del Gobierno para que las negociaciones con el PP acabaran con el bloqueo del Poder Judicial. Díaz aceptó las reglas del juego marcadas por Sánchez: discreción y no poner nombres encima de la mesa. Además validó el requisito exigido por los populares de que miembros del Ejecutivo no pudiesen entrar directamente en el Consejo. Una posición que chocó frontalmente con Podemos que puso el nombre de la juez Victoria Rosell encima de la mesa como línea roja para aceptar el pacto.

Antes ya habían saltado chispas por el envío de armas a Ucrania. Podemos mostró su rechazo reivindicando su tradicional postura antimilitarista contraria a la OTAN, pero Díaz zanjó aquel debate dando el aval a Sánchez con el argumento de que la política internacional la marcaba el presidente del Gobierno. Varias voces del partido morado salieron en tromba a denunciar que aquel envío de armas era un error.

El aumento del presupuesto para Defensa en las últimas cuentas públicas desató otra guerra. Echenique dijo que era una "vergüenza" el aumento del 25% y denunció que la parte socialista del Gobierno había ocultado ese aumento decidido de forma unilateral. El entorno de la vicepresidenta afirmó que la dirección del partido morado sí estaba al tanto y que el pacto alcanzado con Sánchez pasaba por evitar recortes en ninguna materia social.

Nuestra voluntad es conseguir un acuerdo de coalición con Sumar pero es Yolanda quien debe decidir si es candidata. Ahora mismo no tenemos esa información (Javier Sánchez Serna, portavoz de Podemos)

Pero si hay un asunto que tensa las costuras entre las dos partes es el papel de Podemos en el futuro proyecto de Díaz que debería culminar con una candidatura para las elecciones. Los morados consideran que deben ser decisivos y protagonistas porque es el partido que mejores resultados ha conseguido para la izquierda en los últimos 40 años.

La dirección de Podemos lleva meses metiendo presión a Díaz para que de un paso al frente, aclare cómo va a ser su proyecto, el rol de cada uno y si va a ser la candidata. Este mismo lunes portavoces de la formación han insistido en esa idea: "Cuando Yolanda Díaz termine de organizar su partido político escucharemos su propuesta. Nuestra voluntad es conseguir un acuerdo de coalición con Sumar pero es Yolanda quien debe decidir si es candidata. Ahora mismo no tenemos esa información".

Mientras tanto Díaz sigue de gira por España dando a conocer Sumar ante asociaciones y colectivos de la sociedad civil y dejando a un lado a los partidos. Se vio en la presentación de su proyecto este verano cuando no invitó a las máximas dirigentes de la formación. No hubo foto de Díaz con Belarra, Montero o Iglesias. A los tres por cierto les pilló por sorpresa el registro de la marca Sumar, ninguno conocía el movimiento de Díaz y fue acogido con frialdad.

Hace justo un año Díaz organizó un acto en Valencia junto a otras líderes de izquierda como Ada Colau, Mónica García y Mónica Oltra que para muchos fue el embrión de las posibles alianzas futuras. Tampoco estuvieron invitadas Belarra y Montero y eso causó un gran malestar en el partido. Pablo Iglesias lo recordaba anoche en una Hora 25 de la Cadena Ser. "¿En qué momento se rompió lo vuestro?", le preguntaba el director del programa, Aimar Bretos.

Iglesias: "Yolanda Díaz existe por Podemos"

La intención expresada por Yolanda Díaz de intentar ensanchar la base electoral de Unidas Podemos provoca reticencias entre los morados que ven amenazado su poder hegemónico en ese espacio.

Ya en abril Iglesias lanzó un dardo envenenado contra Díaz. Le recordó a su sucesora que "existe" gracias a que la cúpula de Podemos, -personas como Belarra, Montero o Echenique-, presionó por "gobernar, gobernar y gobernar" con el PSOE a pesar de la oposición de otras fuerzas como Izquierda Unida. "Y por eso existe Yolanda Díaz", remató Iglesias su reflexión. Según él, la política gallega sí quería entrar en el Gobierno pero no a costa de repetir las elecciones en 2019.

El cúmulo de desencuentros, disputas y tensiones ha marcado un antes y un después en la relación de más de una década entre Iglesias y Díaz. "Estoy dejándome la piel por mi país y sigo trabajando", se ha limitado a decir Díaz que no ha querido entrar en el cuerpo a cuerpo.