Macarena Olona quiere volver al Congreso del que se fue a regañadientes para ser la candidata fallida de Vox en Andalucía. Aquello acabó mal y provocó su divorcio traumático con Santiago Abascal . Cien días después de decir adiós a la política por una enfermedad que resultó no ser tan grave, Olona sueña con subir de nuevo a la tribuna de oradores de la Cámara Baja de la mano de una fundación con sede en Panamá. Un paraíso fiscal que Olona ha visitado hasta en tres ocasiones en el último mes y medio y al que viajará de nuevo en los próximos días.
En una sala de la Casa de América de Madrid la abogada del Estado presentó ayer la Fundación Igualdad Iberoamericana presidida por ella y financiada con 10.000 dólares que ha puesto, dice, de su bolsillo. Es la plataforma que utilizará en una primera fase para recoger medio millón de firmas que le permitan presentar en el Parlamento una iniciativa legislativa popular contra la ideología de género, para después -si comprueba que hay agua en la piscina-puede que retomar su carrera política tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo. A esas no se presentará pero no cierra la puerta a hacerlo en las generales.
Olona ha anunciado que abrirá sedes en Argentina, México, Colombia y República Dominicana además de contar con infraestructura en las 52 provincias españolas que le den cobertura en su periplo nacional para recabar todas esas firmas. En unos días volará a Washington para asistir a un 'Encuentro Internacional por la Vida, las Familias y las Libertades'. ¿De dónde sale el dinero? La alicantina dice que exclusivamente de sus ahorros y niega que haya tirado de la herencia de su padre. Un "bulo" que atribuye a la dirección nacional de Vox.
"Son especialmente dolorosos los bulos que están intentando minar mi credibilidad. Se ha dicho que mis viajes a Panamá tenían que ver con una supuesta gestión de negocios de la herencia de mi padre. Es algo muy indigno. En Vox saben perfectamente que renuncié a su herencia", se quejaba sacando sin que nadie le preguntara la herencia envenenada de su padre que desde meses le persigue.
Pablo Olona Cabasés falleció a los 67 años de edad el pasado mes de marzo en Panamá. Hombre de negocios de Lleida fue condenado por insolvencia punible. Prófugo de la justicia, huyó de España durante un permiso penitenciario cuando se encontraba cumpliendo una condena de tres años y tres meses. Con una orden de búsqueda de la Interpol, fue extraditado por Andorra (país al que huyó) en 2016 y entregado a la policía española.
El padre de Macarena Olona presuntamente ayudó a la familia Pujol a aterrizar su fortuna en Panamá. También tenía vínculos con Javier de la Rosa que estuvo entrando y saliendo de la cárcel durante 10 años por el caso KIO, el mayor escándalo financiero de la década de los 90, y con Joan Piqué Vidal, el exabogado de Pujol y condenado por blanquear dinero de los narcos del cartel de Sinaloa. El nombre de Pablo Olona aparece en una quincena de empresas españolas, especialmente del sector inmobiliario, y en tres sociedades panameñas.
Olona, que siempre ha negado que su padre fuera el 'testaferro' del clan Pujol o que le hubieran condenado por corrupción, no tuvo una buena relación con su progenitor y nunca quiso hablar de él hasta que falleció.
Ahora asegura que ha renunciado a su herencia y que es falso que el exbanquero Mario Conde esté detrás de la fundación. También ha desvelado que rechazó una propuesta de financiación porque la condición era fundar un nuevo partido, algo que le pareció "inadmisible". Ahora bien, la alicantina abre la puerta al 'crowdfunding' y a recibir donaciones de quienes deseen "aportar los recursos económicos necesarios" para desarrollar su proyecto. Eso mientras atiza con el dinero a su antiguo jefe Santiago Abascal.
"En mi proyecto no hay dinero de Venezuela ni de Irán. No hay dinero sucio de ningún país", decía en referencia a que el exilio iraní puso un millón de euros para fundar Vox en 2014 y pagó las nóminas de Abascal y Espinosa de los Monteros durante ochos meses. También ha dicho que lo suyo no es un "chiringuito para vivir de él" el resto de su vida.
"Yo no he dado un paso al frente en política para resolver mi vida y no he estado en el ámbito político para montar un chiringuito que me me permita vivir el resto de mi vida". Otro dardo envenenado directo al corazón de Abascal que siempre ha vivido de la política mientras ella presume de ser abogada del Estado. Todo buen rollo.
La alicantina le ha arrebatado a Vox una de sus principales banderas y se ha presentado como una Giorgia Meloni patria, guardiana de las esencias del 'Vox verdadero', que combate la ideología de género con un discurso mucho más duro que el de la formación de Abascal y salpicado de multitud de referencias ultracatólicas. "Nuestra espiritualidad está en juego", ha proclamado.
“El partido que estoy jugando ahora no es un partido político. La batalla que voy a dar es ideológica, la lucha del bien contra el mal”, afirmaba ayer ante una sala abarrotada de periodistas, una quincena de cámaras de televisión y un puñado de afines, rebotados de Vox, y admiradores confesos de Isabel Díaz Ayuso y de Cayetana Álvarez de Toledo que le han prometido su firma y su voto si se presenta a las elecciones.