El cohete chino descontrolado, que ha pasado encima de nosotros, ha caído en el Pacífico sur, según el Ejército de Estados Unidos. Las autoridades chinas permitieron que un módulo del Larga Marcha-5B, de 20 toneladas, se desprendiera de forma caótica tras ponerse en órbita la última fase de su estación espacial. De hecho, provocó el cierre del espacio aéreo en seis comunidades españolas.
El módulo sobrevoló España y la Península Ibérica en dos ocasiones durante la mañana de este viernes, según advirtió el organismo europeo encargado de la vigilancia espacial. El cohete forma parte del proyecto para construir la primera estación especial china, que estará acabada antes de finales de año y se llamará Tiangong (Palacio Celestial, en castellano). Su misión era la de enviar el módulo del laboratorio Mengtian a la estación con forma de T que los chinos han creado en el espacio, a unos 400 kilómetros de la superficie terrestre.
ENAIRE, gestor nacional de navegación aérea, levantaba las restricciones en una franja del espacio aéreo español tras el paso de los restos del artefacto por el país. Estas restricciones comprendían varias comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña e Islas Baleares.
EEUU ha anunciado que el cohete ha caído en el mar a las 11.01 de este viernes, hora local española. Los centros de vigilancia europeos habían alertado de que una parte del cohete chino que puso en órbita el último módulo de estación espacial Tiangong caería este viernes en la Tierra, en una amplia franja que incluía a España y que ha obligado a cerrar parte del espacio aéreo como precaución.
El cohete medía 17,8 metros, tenía un diámetro de 4,2 metros y pesaba alrededor de 23,3 toneladas en el momento del despegue. Viajó a más de 28.000 kilómetros por hora cuando entre en la atmósfera.
Las autoridades chinas permitieron que este módulo se desprendiera sin control provocando el caos mundial y poniendo en alerta a todas las autoridades competentes. Esta es la tercera vez en dos años que las autoridades espaciales chinas generan este peligro global, que la NASA ha calificado en otras ocasiones como irresponsable.
El gestor, siguiendo las recomendaciones de la Agencia de Seguridad Aérea Europea (EASA) y las directrices de la célula interministerial liderada por el Departamento de Seguridad Nacional, estableció para garantizar la seguridad una franja de exclusión de espacio aéreo de 100 kilómetros a ambos lados de la órbita del objeto espacial.
Aunque en un principio estaba previsto que los retrasos de decenas de vuelos sobrepasasen las 4 horas, la reconfiguración de vuelos han hecho reducir el retraso a, cómo máximo, una hora. En Barajas, por ejemplo, el 50% de los vuelos se están viendo afectados. La entrada en la atmósfera de forma incontrolada de restos de un cohete chino ha provocado este viernes retrasos en 157 vuelos en el Aeropuerto de El Prat, 66 de ellos con una demora superior a los 15 minutos. Según ha informado Aena, el Aeropuerto de El Prat tiene programadas para hoy 759 operaciones y, durante la mañana, 157 vuelos de pasajeros y carga se han visto afectados por estos retrasos.
El Aeropuerto Girona-Costa Brava ha registrado retrasos de hora y media en dos operaciones, la llegada y salida del vuelo entre Girona y Londres-Standsted. Por su parte, el Aeropuerto de Reus no ha tenido ningún tipo de afectación, ya que la operativa no coincidía con la franja horaria de la afectación
No hay ninguna ley ni tratado internacional que establezca cómo los artefactos especiales tienen que reingresar la atmósfera del planeta, si bien los Centros de Operaciones de Seguimiento y Vigilancia Espacial de la UE (EU SST) lo monitorean. Los cohetes que se lanzan para poner en órbita naves espaciales constan de varias etapas o fases, normalmente tres. A medida que va ganando altura el vehículo, se van liberando de las etapas, que van cayendo a la Tierra. Por ello, las agencias espaciales deben planificar la trayectoria cuidadosamente para que esos grandes componentes caigan en el mar o en zonas terrestres en las que no produzcan daños. No parece ser el caso de China, que ya ha dado varios sustos con sus estaciones espaciales. Algo que los expertos no consideran normal.
Esta vez han sido 20 toneladas las que han caído al mar, un 30% del cohete. "La agencia espacial china nunca comunica, nunca pasa información, nunca lo ha hecho", señalan los expertos, contrariados y temerosos de que algún día pase algo.
Alberto Águeda, director de vigilancia espacial GMV, explica a Informativos Telecinco por qué los cohetes sobrevuelan España. "lanzan en una latitud parecida a la nuestra, por eso pasan por encima de nosotros". Esta vez el riesgo era mayor, "por el tamaño del cohete".