La ley trans, que ha sido fruto de tensiones permanentes en el Gobierno de coalición desde su redacción, va camino de encallar en el Congreso. La decisión del PSOE de limitar la autodeterminación de género, la piedra angular del proyecto estrella de Irene Montero, augura una tramitación especialmente compleja que a día de hoy no tiene una solución fácil.
El enfrentamiento entre los dos socios del Ejecutivo, PSOE y Unidas Podemos, se ha recrudecido en las últimas horas después de que la ministra de Igualdad, Irene Montero, haya pedido a los socialistas que retiren sus enmiendas y les haya acusado directamente de incumplir sus compromisos y "tocar el corazón" de la ley.
Para complicar más la situación los morados se han unido a nueve fuerzas parlamentarias, la mayoría aliados del Ejecutivo, para presionar al PSOE y exigirle una rectificación. Podemos, ERC, Bildu, PNV, Junts, PdeCAT, Más País, Coalición Canaria, Compromís y BNG suman fuerzas y han presentado su propia batería de enmiendas conjuntas de la mano del colectivo de personas trans.
Ahora debe comenzar la negociación entre los diferentes grupos en Comisión pero las posturas están muy distanciadas y nadie se mueve. El PSOE no cuenta ahora mismo con el apoyo de Podemos ni de sus socios para sacar adelante sus enmiendas. Tampoco de la derecha que rechaza frontalmente la ley trans. Alberto Núñez Feijóo ya ha dicho que la derogará si llega a Moncloa porque pone en peligro los logros de la lucha feminista.
Los socialistas siempre han argumentado que había que dotar al texto de más garantías jurídicas, entre otras cosas, porque tienen el convencimiento de que PP y Vox acabarán recurriéndola ante el Tribunal Constitucional.
Esas garantías han sido el eje de las enmiendas registradas este lunes por el PSOE. Piden que los menores de 12 a 16 años necesiten un aval judicial para poder cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil. Sostienen que los cambios que proponen tienen como objetivo el "interés superior del menor". El texto actual que ha elaborado el Ministerio de Igualdad contempla el aval tan solo para los menores de 12 a 14 años.
Fue en los pasillos del Congreso, mientras se desarrollaba la sesión de control, cuando Irene Montero plantó cara al PSOE y dejó claro su malestar. Según la ministra de Podemos había pactado la norma con la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el PSOE con sus enmiendas se salta ese compromiso de "no tocar el corazón de la ley".
Además de exigirle a los socialistas que las retiren advierte de que desde su Ministerio se van a "dejar la piel" para que el texto se quede tal y como está en ese asunto clave. Montero ha reclamado respeto y "mucho cuidado" para no estigmatizar a los niños y niñas trans que "bastante sufrimiento tienen ya" y les ha prometido pelear porque sus derechos se vean reconocidos.
Carmen Calvo es una de las voces más críticas dentro del PSOE con el concepto de autodeterminación porque, a su juicio, está en riesgo toda la legislación sobre igualdad. Ella lidera a las llamadas socialistas clásicas que cuestionan la ley porque contribuye al "borrado de mujeres". Es una cuestión que divide al partido y al propio movimiento feminista.
Las enmiendas de Podemos, los partidos independentistas y las fuerzas minoritarias recogen varias exigencias de los colectivos trans. Entre las modificaciones que presentan está incluir en la documentación administrativa y los formularios a las personas no binarias o que se pueda omitir la mención relativa al sexo en los documentos oficiales.
Quieren además que la atención a las personas trans se incluya "en la cartera básica de servicios" del Sistema Nacional de Salud, "cubriéndose los distintos tratamientos necesarios relacionados con los procesos de transición". Otra de las enmiendas registradas pide que los alumnos menores de edad que hayan obtenido el cambio de nombre en el Registro, no solo tengan derecho a obtener un trato conforme a dicho nombre sino también al "sexo y/o género con el que se identifican en todas las actividades que se desarrollen" en el colegio.
Los diez partidos reclaman también incluir los incidentes de LGTBIfobia o de violencia, incluida la violencia entre parejas del mismo sexo o en familias LGTBI, entre las vulnerabilidades específicas que deben identificarse dentro del sistema de acogida.
La ley trans se ha convertido en la principal disputa en el seno del Gobierno con PSOE y Podemos caminando por separado. Cada uno con sus enmiendas y con posiciones que en estos momentos parecen inamovibles. Fuentes del partido que dirige Ione Belarra ya avisan de que no van a votar a favor de ninguna enmienda que signifique rebajar los derechos para las personas trans.
Recuerdan lo que pasó en la Ley de 'solo sí es sí'. Los socialistas retiraron su enmienda sobre prostitución para salvarla ante el peligro de que quedara rechazada por la unión de Podemos con otros partidos de la Cámara. Los morados confían en que esta vez ocurra lo mismo y el PSOE de un paso atrás.