El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, pretendía hoy volver a su perfil más presidenciable proponiendo al Gobierno de coalición un pacto que alivie los intereses de las hipotecas a las rentas medias y bajas. Un plan del que ha adelantado dos medidas estrella desde Guadalajara donde ha visitado una fundación de niños con parálisis cerebral.
La primera pasa por la creación de un fondo que alivie el pago de esos intereses y que financiarían los bancos y el Gobierno. La segunda consiste en recuperar temporalmente la deducción fiscal por la compra de la vivienda habitual.
Feijóo ha culpado al Gobierno de Pedro Sánchez de eliminar esa desgravación pero lo cierto es que fue el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien la quitó en 2012.
"Es fundamental que alguien que se ha comprado su primera vivienda y que tiene una hipoteca puede desgravarse como se vino haciendo en los últimos años hasta que llegó el presidente Sánchez", aseguraba el dirigente conservador ignorando el hecho de que esa desgravación se eliminó en plena crisis financiera por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Desde el PP, Miguel Tellado ha recordado a la ministra Marian Jesús Montero, que fue el presidente Zapatero el primero que eliminó la desgravación por vivienda. Y así fue. Luego Rajoy la recuperó al llegar al Gobierno -era una de sus promesas electorales- para eliminarla definitivamente apenas un par de años después. Desde hace años diversos organismos internacionales venían advirtiendo contra esta subvención a la compra de vivienda en un país que vivía una desbocada burbuja inmobiliaria.
Núñez Feijóo también propone al Gobierno un pacto para aliviar las subida de las hipotecas de interés variable. "Si lo hace, el Gobierno acertaría", ha asegurado. La banca y el Gobierno ya están tratando este asunto sin que por ahora se haya concretado una propuesta que vaya más allá de aplicar el llamado código de buenas prácticas.
No es el único pacto de Estado que ha ofrecido Feijóo a Sánchez. El segundo es un 'Pacto por el Agua' . "Lo que tenemos que hacer es pactar y no enfrentar", insistía Núñez Feijóo tendiendo la mano al Ejecutivo de Sánchez para evitar una nueva 'guerra del agua'. Lo hacía desde una comunidad -Castilla-La Mancha- y una provincia -Guadalajara- enfrentadas a los territorios del Levante por el trasvase Tajo-Segura.