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El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha preferido no pronunciarse sobre la exhumación de los restos del militar golpista Queipo de Llano en la Macarena de Sevilla. "Me gusta más hablar de los vivos que de los muertos. Allá cada uno con sus prioridades". El dirigente popular toma así distancia sobre este asunto. Eso sí, Feijóo ha afeado al Gobierno de Pedro Sánchez que haga política con el franquismo.
"Yo no voy a hacer política con los muertos. No creo que sea la prioridad", ha zanjado. Tras el fiasco de la negociación del Poder Judicial en Génova han dado orden de volver a centrarse en la economía y en los "problemas reales de la gente".
En este sentido el líder del PP hoy ha propuesto al Gobierno y a la banca crear un fondo que alivie los intereses de las hipotecas disparadas a las rentas medias y bajas. Feijóo cree que es posible porque "hay dinero para ello" y ha señalado los 28.000 millones de sobrerrecaudación vía impuestos en lo que llevamos de año. Además de esta medida el dirigente popular ha reclamado retomar la antigua deducción fiscal por adquisición de vivienda habitual.
"Son dos medidas justas y necesarias y que funcionarían", ha dicho. Así se lo hará llegar a Moncloa para que las tome en cuenta. Así el gallego pretende volver a la senda propositiva de los pactos de Estado y apuntalar su perfil más presidenciable resentido tras la ruptura del acuerdo con el PSOE en torno al órgano de gobierno de los jueces y el Tribunal Constitucional.
Pactos en torno a las hipotecas pero también por el agua. "Lo que tenemos que hacer es pactar y no enfrentar", insistía Núñez Feijóo tendiendo la mano al Ejecutivo de Sánchez para evitar una nueva 'guerra del agua'. Lo hacía desde una comunidad -Castilla-La Mancha- y una provincia -Guadalajara- enfrentadas a los territorios del Levante por el trasvase Tajo-Segura.
Feijóo tiende la mano y reivindica la "política útil" pero no se olvida de morder con la sedición. Convertida en munición electoral, el líder del PP ha exigido al presidente Pedro Sánchez que no pacte con los independentistas el abaratamiento de las penas a costa de olvidar los problemas reales de la gente.
"Deje de preocuparse por los condenados por atacar al Estado y concéntrese en ayudar a los ciudadanos que construyen el Estado. Lo demás es hacer un traje a medida a los políticos y desvestir a la gente que se queda perpleja ante la desigualdad de la Justicia", ha proclamado.