Carlos Lesmes está satisfecho porque su renuncia ha servido para lo que él pretendía: provocar una reunión entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, que parece que va a acelerar el desbloqueo del Poder Judicial. Así lo ha manifestado en una reunión extraordinaria de la Comisión Permanente del Poder Judicial, celebrada para despedirse de los vocales, que se quedan pendientes de su sustitución.
Sobre la mesa, el Poder Judicial sigue teniendo la patata caliente de la renovación del TC, que depende de que ellos designen a los dos candidatos que completarán la cuaterna de este turno de renovación (los otros dos los debe designar el Gobierno). Para hablar de ese asunto hay convocado un pleno, este jueves, pero ya no es el único asunto. La sustitución de Lesmes empieza a ganar en tensión a la renovación del Tribunal Constitucional.
Los siete vocales que componen el grupo progresista han registrado este lunes por la mañana un escrito para que se añadiera el debate de quién será el próximo presidente. El punto del orden del día añadido es el siguiente: “Valoración -y, en su caso, decisiones que legalmente procedan- del Pleno tras el cese del presidente del Consejo General del Poder Judicial”.
Ellos -aseguran fuentes del CGPJ- no se sienten vinculados con el informe técnico que señaló al vicepresidente del Supremo, Francisco Marín Castán, para sustituir a Lesmes.
Según el informe, esa sustitución sería automática, pero los vocales progresistas están dispuestos a dar la batalla para que el presidente del Poder Judicial sea el también progresista Rafael Mozo, el vocal de más edad del órgano de Gobierno de los Jueces. De momento, el pleno del jueves estará presidido por él. Al estar convocado por Carlos Lesmes, nada indica que otra persona vaya a ponerse al frente de la reunión, y tampoco parece que fuera a ser muy bienvenido.
"Somos nosotros quienes tenemos que decidir quién nos va a presidir", afirman las fuentes consultadas por NIUS. Eso complica más si cabe la endiablada situación creada tras cuatro años de bloqueo, que ya parecen insostenibles.
Si Rafael Mozo se convierte en presidente del Poder Judicial se dará una situación de bicefalia, porque nos podríamos encontrar ante la situación de tener un presidente del Supremo y otro del Poder Judicial. Es una anomalía, pero no es inédito. Tras la salida de Carlos Dívar, Fernando de Rosa pasó a presidir el CGPJ y Juan Antonio Xiol se puso al frente del Supremo. En última instancia, si la situación no se resuelve, resolverá la Sala III del Supremo, la de lo Contencioso Administrativo, a la que Carlos Lesmes volverá tras su renuncia, que será efectiva cuando se publique el el BOE, probablemente este martes.
Y todo esto con el día de la Hispanidad por delante. Hasta medio centenar de representantes del Poder Judicial (incluidos muchos de los vocales) estarán en la recepción que se celebra, pero en cuanto a su cabeza visible, lo único que parece confirmado es que no será Carlos Lesmes.
En cuanto a las sensaciones tras la reunión de Sánchez y Fejóo y su compromiso de acuerdo, las opiniones en la judicatura son variadas. En el Supremo, nos hablan de "pesimismo". En el CGPJ, hay vocales que se limitan a decir que están "expectantes" y otros que aseguran ser "optimistas". Lo que todos tienen claro es que eso está en manos de los políticos.
Incluso los optimistas añaden un "hasta que no lo vea no lo creeré", porque al fin y al cabo, ya han pasado cuatro años y cinco elecciones generales con ellos en funciones. "Siempre he creído en los acercamientos de los que hablaban", asegura un miembro del Consejo, que recuerda que durante todo 2020, el Poder Judicial decidió no votar ningún nombramiento, a la espera de un desatasco que sigue sin producirse.
De hecho, Lesmes había decidido darse unos días antes de formalizar su renuncia, pero según ha contado él mismo a los vocales, una información del mismo domingo, apuntaba a que el acuerdo estaba lejos, y por eso dio el paso definitivo adelante.
Lo que tampoco contemplan los vocales son dimisiones parciales. Aunque el vocal Álvaro Cuesta propuso en su día una dimisión en bloque, sólo cinco compañeros, todos del ala progresista dijeron sí.
Eso, por lo que que se pulsa en el Pleno, no parece haber cambiado. Así que el escenario de la renuncia de varios vocales está descartado. El sector progresista tampoco quiere dejar el CGPJ en manos de los conservadores, que son suficientes para seguir adelante en solitario. El Pleno, se constituye con diez de sus miembros más el presidente, así que si sólo dimitieran ellos, el bloque conservador coparía las decisiones del órgano.
En cuanto a la designación de los dos magistrados del TC que debe designar el Pleno, parece que nada ha cambiado desde la semana pasada.
Carlos Lesmes les había dado un "ultimátum" para concretar candidatos. El sector progresista asegura estar desde entonces, en condiciones de poder proponer el suyo. Pero el conservador, aseguran las fuentes consultadas, sigue sin encontrar a su candidato.
La renuncia del presidente y la bronca interna por el funcionamiento del CGPJ sin él, han desplazado el debate sobre quién irá al Tribunal Constitucional que desde hace cuatro meses tiene a cuatro de sus miembros con el mandato caducado. Dos de ellos son el presidente, Pedro González Trevijano, y el Vicepresidente, Juan Antonio Xiol Ríos.