La reina Letizia ha despejado su agenda pública en este día tan especial, aunque Zarzuela ha informado de que ha pasado la jornada trabajando intensamente en su despacho.
Tiene por delante asuntos de gran calado como su desplazamiento al funeral de la reina Isabel II o su viaje a Nueva York con actos en la Asamblea de Naciones Unidas y UNICEF, pero hoy también ha habido un espacio para la celebración con un almuerzo en privado en Zarzuela.
La proclamación fue su punto de partida, luego su primer acto en solitario y desde ese momento el camino. Paso a paso la reina se ha convertido en reina, lejos ya la tutela de Don Juan Carlos y Doña Sofía.
La reina Letizia ha pasado de aprendiz a profesional, su principal papel ha sido acompañar a Don Felipe, viajes de Estado, viajes oficiales y actos diversos.
Es la madre de la heredera de la corona, madre dedicada con ahínco, madre emocionada con sus primeras palabras en público. Pendiente de todo, le llevó a su gran desacierto, el enfrentamiento con la reina Sofía que con los años ha revertido en imágenes de complicidad.
Una reina volcada también su propia agenda, viajes de cooperación en los que también es patente el cambio. De este primero al atuendo de cooperante. EL cáncer, la discapacidad o las enfermedades raras, la violencia de género, la mujer y el deporte femenino.
El mundo intelectual tiene también de aliado a Doña Letizia y la cercanía, los gestos hacia la gente, cada vez son más asiduos en Zarzuela. También la seguridad en la que ahora se desenvuelve. En el ámbito privado su madre, Paloma Rocasolano juega un gran papel y un círculo privado de amistades que la protegen y la anclan a la realidad.